El poder en Villa Rosa: propietarios fantasma y caballos que vuelan
Las investigaciones sobre la AFA son tan explosivas y podrían involucrar a tantos dirigentes de la política y el fútbol que ahora parece que por la casa de Villa Rosa, que los papeles atribuyen a dos monotributistas, no hubiera pasado nunca nadie. Como si estuviera habitada por fantasmas y hasta el pasto se cortara solo. Pruebas recabadas en los allanamientos y algunos testimonios informales explican sin embargo el por qué de tanta perturbación: por ahí anduvieron jueces, camaristas, intendentes y algún gobernador o ministro del gobierno de Alberto Fernández con apetencias políticas. Por eso le decían “la Casa del Poder”.
Es natural que haya unos cuantos nerviosos. “No es que en el fútbol manejen mal las crisis: directamente las generan”, se lamentó un líder político que se siente amigo de Claudio Tapia y que admite ahora que el desencadenante de todo fue el título simbólico a Rosario Central: sin esa decisión que le dio al asunto volumen popular, dice, la discusión no habría pasado de otra denuncia de la Coalición Cívica.
La causa toca tantos cables pelados que hasta el juez desconfía. La información que Marcelo Aguinsky recibió ayer del Ministerio de Justicia sobre los autos encontrados en el allanamiento de Daniel Rafecas, el magistrado anterior, está incompleta: son registros de 2021. Aguinsky venía de pelearse el día anterior con personal de la Policía Federal que trabaja en el depósito de Palermo, donde se guarda todo lo requisado sobre los vehículos. Un periodista, Bruno Yacono, había mostrado en TN cédulas verdes de las que el juez no tenía noticia en el acta y que estaban a nombre de un hijo y de la mujer de Pablo Toviggino, tesorero de la AFA. Pruebas decisivas para determinar el verdadero dueño de la casa de Villa Rosa. ¿Alguien las había filtrado desde ahí a la prensa? Los policías le dijeron que no las habían visto porque las cédulas estaban en una caja.
Como la causa es por lavado, Aguinsky debe determinar el delito precedente. ¿Tienen Ana Lucía Conte y Luciano Nicolás Pantano, los supuestos propietarios del inmueble, fondos suficientes? ¿O son testaferros? El juez analiza también requerir al Banco Central información sobre sociedades en el extranjero.
Hasta ahora, con lo que hay, el escándalo favorece al Gobierno. Tanto, que los dirigentes políticos de buena relación con Tapia y Toviggino infieren lo imposible, un acuerdo entre Elisa Carrió y Milei. La coincidencia entre denunciantes y Poder Ejecutivo parece más bien una casualidad. Aunque Tapia sea para Milei, como admiten en el equipo que encabeza Santiago Caputo, algo así como el adversario ideológico ideal. Lo apuntalan mediciones propias: un 75% de los consultados celebra el contrapunto con lo que considera un poder corrupto y aprueba lo que dice al respecto el Gobierno. La nube de palabras, un recurso habitual de estos sondeos, es igualmente implacable: sobran calificaciones negativas contra el sanjuanino y apenas 20% se manifiesta en su favor, incluidos aquellos que sólo agradecen haber ganado la Copa del Mundo. Un llamado de atención para muchos dirigentes del fútbol cuyos posteos y declaraciones dan cuenta de cierta desconexión con el modo en que se los ve.
Anteayer, sin ir más lejos, Barracas Central celebró en las redes el aniversario del Mundial 2022 con un afiche que muestra a Messi, al Dibu, a Di María, a De Paul y al resto del plantel de Qatar casi como hormigas a los pies de un Tapia gigante que levanta la copa.
Pero esta crisis es lo suficientemente fuerte como para trastocar todo. Hace un mes, el presidente de la AFA parecía intocable. Hay gobernadores y empresarios que todavía recuerdan la ovación con que el público lo recibió el 5 de marzo de 2023 en la estancia San Isidro, Mendoza, durante la Vendimia Solidaria. Aplaudían Daniel Vila, dueño del campo, y un elenco de ministros que iba desde Sergio Massa o Eduardo de Pedro hasta Victoria Tolosa Paz. El envión de Qatar hizo soñar por demás a varios. Y Tapia, que ya había iniciado en 2014, después de la primera Copa América, movimientos para convertirse en candidato a gobernador de San Juan, empezó a fantasear con la idea de ser presidente. No lo ocultaba.
Por eso este escándalo representa un punto de inflexión. Incluso para los delegados de Estudiantes en la AFA, que antes del conflicto objetaban en voz baja las críticas de Verón a la dirigencia y ahora se encolumnan. Que Mercado Libre, una de las empresas más pujantes de la Argentina, haya decidido convertirse en sponsor pincharrata tampoco es casual. “Ahora garpa más auspiciar a Estudiantes que a la Liga”, admitieron en un grupo patrocinador de varios clubes.
En el peronismo también replantean la relación. Hace días que no hay una sola foto ni abrazo ni tuit de nadie con Tapia. Aparecen también cuestionamientos a la estrategia: ningún dirigente, ni siquiera del fútbol, está en condiciones de enfrentarse con tantos sectores al mismo tiempo. “El chiqui es bravo”, lo define alguien de la política que lo quiere y que ahora le reprocha no haber sido un mejor discípulo de Grondona. Julio era modesto, recuerda, y de perfil bajo con las aspiraciones de Arsenal; el Chiqui llegó en cambio a soñar con que Barracas fuera campeón.
La causa tiene además varios puntos misteriosos y de alcance impensado. Y, por lo pronto, demasiados heridos para un sector que ha manejado millones de dólares en negro durante mucho tiempo. En esos ámbitos, no hay modo más eficaz de generar espontáneamente un arrepentido que no cumplir en tiempo y forma. ¿Se terminó, por ejemplo, de pagar la casa de Villa Rosa? ¿O quedó alguna cuota pendiente en la operación? ¿A qué obedece el silencio de Juan Pablo Beacon, el colaborador que más secretos conoce de Toviggino y que dejó de publicar tuits en septiembre? ¿Es cierto que tiene necesidades judiciales y que quedó un abogado impago? ¿Hablarán los implicados? No vaya a ser que Ana Conte, corista en una iglesia evangélica de Caballito, siga con el hábito de cantar.
Tapia se refugia en la FIFA. Sus fotos con Infantino valen casi más que el trofeo de Qatar. Por eso el Gobierno prefiere moverse con cautela. Se limita a cumplir con lo formal de un conflicto que avanza solo. La intimación de la Inspección General de Justicia a la AFA, por ejemplo, que le dio a la entidad de Viamonte 20 días hábiles para contestar sobre los balances. Viene un enero movido.
Mientras tanto, la Casa Rosada seguirá atenta la investigación. ¿A quién más podría salpicar? Ya hay ramificaciones múltiples e impensadas. Si, por ejemplo, avanza en simultáneo la denuncia que la UIF inició hace un año sobre casas de cambio y bancos y cayó en el juzgado de Servini, ¿cuántas entidades financieras podrían estar involucradas detrás de un negocio que expone por ahora a Ariel Vallejo y a Elías Piccirillo, pero que tiene más protagonistas? ¿No hay ningún macrista ahí? ¿Massista? ¿Nadie relacionado con el Gobierno? ¿Empresarios? ¿Banqueros? ¿Aventureros de Miami?
Dependerá de las pruebas que obtengan ambos jueces. Aguinsky, por lo pronto, pretende desde ayer una muy gravitante: le pidió a la Municipalidad de Pilar las cámaras de las calles de la zona para detectar si alguien mudó en silencio los caballos de Villa Rosa a otro lugar. Igual que los documentos de quienes habitan la casa, no debería ser difícil obtenerlas. Los fantasmas no existen, los caballos no vuelan.






