Fallida obsesión
Por su cansadora obsesión en erigirse como exclusivos pioneros del reconocimiento de las diversidades sexuales, miembros del Gobierno y simpatizantes oficialistas suelen incurrir en pifies desopilantes.
La Federación LGTB saludó la asunción del “primer ministro nacional abiertamente gay de la historia de nuestro país”, en referencia a Alexis Guerrera, nuevo titular del Ministerio de Transporte. De inmediato, los memoriosos subieron un divertido video en el que el canciller del gobierno anterior, Jorge Faurie, reconocía sin problemas su condición de gay en el programa de Nancy Pazos.
Al rato, Victoria Donda, titular del Inadi, se autocolocaba otra cucarda: “Estoy orgullosa de haber sido quien eligió a la primera funcionaria trans, mi compañera, Ornella Infante”. Saltó enseguida María Pérez Reynoso, también trans, y nombrada por Patricia Bullrich cuando era ministra. Donda redobló la apuesta y reconoció a medias su error, al recordar a Lohana Berkins, impulsora de la ley de identidad de género, fallecida en 2016, e invisibilizar otra vez a Reynoso.
Pretender sacar chapa de progre con la sexualidad de terceros, metiéndose en sus camas, y encima equivocarse, provoca vergüenza ajena.