Luces nocturnas
Mumbai, India, es un continuo, la línea del horizonte que, allá al fondo atraviesa la foto y torna inverosímil la noche. La cercanía es del hombre de camisa y jeans, sumergido en el más universal –hoy por hoy– de los gestos: indagar en el contenido de un celular. Quizás supervise mensajes, tal vez navegue por alguna red social; podría ser que sobrevuele las noticias, el estado del clima o la novedad del último meme que le envíe, servicial, el algoritmo de turno. Probablemente sean todas estas opciones, casi a la vez. Mientras, las sombras nocturnas solo parecen pertenecer al mar que, adivinamos, hace sonar su cadencia del otro lado de la escollera. En el pequeño visor que sostienen sus manos, el hombre dispone de un bullicio, un fragor y un vértigo que nada tienen que envidiar a los de la ciudad que relumbra a lo lejos. Sin embargo, misterios de la imagen, algo nos dice que el suyo es un rapto de quietud.