La delgada línea entre el triunfo de Scioli y la segunda vuelta
Habría un resultado muy ajustado a la hora de definir si los argentinos deberán concurrir a un ballottage o si Scioli, finalmente, triunfará en la primera vuelta
A casi un mes de las esperadas elecciones presidenciales, el dato más certero que hasta el momento ofrecen las encuestas de intención de voto es que habría un resultado muy ajustado a la hora de definir si los argentinos deberán concurrir a un ballottage o si Daniel Scioli, finalmente, triunfará en la primera vuelta. De ahí que exista coincidencia entre un amplio número de analistas y de dirigentes de la oposición en que la forma en que se cuenten los votos será un factor clave, abriendo el paraguas sobre la posibilidad de algunas maniobras fraudulentas que podrían resultar decisivas.
Por primera vez, han surgido sondeos de opinión pública que proyectan una victoria para Scioli en primera vuelta, aunque por un margen que, en todos los casos, se ubica dentro del error muestral.
Surgieron sondeos de opinión pública que proyectan una victoria para Scioli en primera vuelta, aunque por un margen que, en todos los casos, se ubica dentro del error muestral"
La consultora Poliarquía anunció que, en su última encuesta domiciliaria, realizada en el orden nacional y concluida la semana última, tras la proyección de los indecisos, Scioli estaría alcanzando el 40,8% contra el 29,5% de Mauricio Macri y el 20,1% de Sergio Massa.
De acuerdo con este estudio, el 62% de los ciudadanos consultados cree que el próximo presidente será Scioli, mientras que el 21% estima que será Macri y apenas el 9% piensa en Massa. Al mismo tiempo, alrededor del 55% de los encuestados sigue diciendo que quiere cambiar ciertas cosas pero continuar otras, al ser interrogado sobre el grado de cambio que desea con el futuro gobierno nacional.
La conclusión de los autores de la encuesta, sin embargo, es que la estructura del voto que se registró en las primarias abiertas del 9 de agosto no ha cambiado sustancialmente, según aseguró uno de los directores de Poliarquía, Fabián Perechodnik.
En tal sentido, resulta destacable que, al menos según la mayoría de las encuestas, la controversia que tuvo como protagonista a Fernando Niembro y concluyó con su renuncia a la postulación a diputado nacional por el frente Cambiemos no impactó dramáticamente en la intención de voto para Macri. Del mismo modo, las inundaciones bonaerenses y el inoportuno viaje de Scioli a Italia no generaron una caída en el caudal electoral del postulante del Frente para la Victoria.
La estrategia del gobernador bonaerense apunta a recuperar un tercio del porcentaje de votos que perdió el oficialismo entre la elección presidencial de 2011 y las últimas PASO"
"La estrategia del gobernador bonaerense apunta a recuperar un tercio del porcentaje de votos que perdió el oficialismo entre la elección presidencial de 2011 y las últimas PASO"La estrategia del gobernador bonaerense apunta a recuperar un tercio del porcentaje de votos que perdió el oficialismo entre la elección presidencial de 2011, cuando obtuvo el 54%, y las últimas PASO, cuando sólo alcanzó el 38,7%. Claro que si la estrategia para llegar al 45% falla, se conforman con obtener más del 40% y aventajar a su más inmediato perseguidor –hoy Macri– por más de diez puntos. Razón por la cual no ven con malos ojos una recuperación de Massa en desmedro del jefe de gobierno porteño.
Paradójicamente, asesores de Scioli entienden que, para acercarse al ansiado 45%, el candidato debería mostrar algo más de autonomía respecto de Cristina Kirchner y ensayar un discurso más esperanzador hacia sectores como el agropecuario.
Anoche, durante el acto que encabezó en el teatro Opera, Scioli dio un paso no menor en su delicada tarea de diferenciarse del gobierno cristinista. Anunció que buscará llegar a "una inflación de un dígito", aunque "nunca a costa de un ajuste" en los salarios de los trabajadores, sino con "un mayor y mejor crecimiento". La meta fijada es lo de menos. Lo relevante es que el candidato de Cristina Kirchner habló de inflación, una cuestión que la Presidenta siempre ha eludido mencionar en sus discursos, como si no existiera.