La vigencia de los valores sanmartinianos
Un 28 de julio, hace 202 años, el Libertador José de San Martín proclamó la Independencia del Perú en la Plaza Mayor de Lima, hecho que representa para los peruanos el punto de inicio de nuestra vida como país soberano en el concierto de las naciones.
La heroica gesta sanmartiniana en apoyo de los esfuerzos de los patriotas peruanos respondió a la existencia de una corriente continental de pensamiento que reivindicaba la libertad como atributo inherente de la dignidad humana y la independencia como condición esencial para el desarrollo de nuestros pueblos. Fue en ejercicio del cargo de “Protector de la Independencia del Perú”, que el genio militar de San Martín dio paso a su rol de estadista al cimentar las primeras bases del Estado peruano. A los pocos días de su histórica proclama, San Martín creó las primeras tres secretarías del Perú independiente: de Estado y Relaciones Exteriores, de Guerra y Marina, y la de Hacienda. Inspirado por los valores de la Ilustración, fundó la Biblioteca Nacional del Perú.
Por eso esta conmemoración resulta propicia para reflexionar sobre lo avanzado y los desafíos aún pendientes hacia la construcción de las repúblicas y sociedades por las que luchó esa generación de patriotas americanos que nos dio la libertad. En el caso del Perú, los ideales y valores sanmartinianos han sido la base fundamental de la acción del Estado desde el inicio de nuestra vida republicana. Si bien la historia no es un proceso lineal, en este devenir hemos sido testigos de innegables progresos en materia del ejercicio de las libertades y el alcance de los derechos individuales, así como en el ámbito del reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos originarios que conforman la nación peruana.
Como en otros países de la región, la experiencia histórica nos enseñó la importancia de defender nuestra democracia, por ser la mejor forma de gobierno en la que se respetan las libertades individuales y se garantizan los derechos humanos. Al reconocer estos avances, somos conscientes de los múltiples desafíos pendientes. Por eso, guiado por el objetivo sanmartiniano de construir una sociedad más justa, igualitaria y libre de discriminación, el gobierno peruano viene desplegando los mayores esfuerzos e invirtiendo ingentes recursos para combatir la pobreza y la exclusión social que atentan contra la dignidad humana y amenazan la gobernabilidad democrática.
Así como hace más dos siglos el General San Martín comprendió que no se podrían conseguir sus ideales de libertad y justicia actuando de manera individual, resulta necesario fortalecer el diálogo político y la integración entre nuestros países con el objetivo de avanzar de manera conjunta hacia la construcción de sociedades con justicia, paz, inclusión e igualdad, en un marco de pleno respeto al estado de derecho, los derechos humanos y la democracia. Guiado por este objetivo, el Perú promueve activamente una integración sólida y efectiva a nivel regional y con socios extrarregionales, principalmente a través de nuestra presidencia pro témpore de la Comunidad Andina de Naciones, así como de las que asumiremos próximamente en el marco de la Alianza del Pacífico y del APEC. Mantenerse firme en los ideales de libertad, justicia e integración representa el mejor homenaje que el Perú puede rendir a la memoria del Libertador.
Embajador del Perú