Los caminos de Alberto y Cristina se bifurcan en la provincia
La convocatoria organizada ayer por el PJ bonaerense para presentar en Esteban Echeverría al gabinete de Axel Kicillof esboza algo más que el trato igualitario que el nuevo gobernador pretende imponer a los intendentes del Frente de Todos. También es una pista de la meritocracia que podría imperar en la relación con ellos. Kicillof eligió ese municipio para agradecer la colaboración de Fernando Gray en la campaña electoral. Gray preside el PJ y se encargó de ablandar las posiciones más refractarias a la candidatura de Kicillof entre intendentes del interior, pero también en la tercera sección electoral. Como el resto de los casi 70 que responden al oficialismo, el lunes fue la primera vez que Gray volvió a ver al gobernador después de la noche del 27 de octubre.
Lo mismo que Mario Ishii, con una tarea similar en la primera sección electoral. Que Federico Thea sea presentado como un delegado del intendente de José C. Paz en el gobierno bonaerense es una apreciación errónea del cargo de rector que ocupó en la universidad de ese distrito. Si lo hizo fue porque Kicillof lo negoció con Ishii. Esa disrupción con el tradicional vínculo que los intendentes mantenían con el gobernador y del que se desprendían espacios en el gabinete para ellos es el rasgo saliente de este nuevo ciclo. No habrá ministros que representen sus intereses. Resulta difícil disociar esta decisión de la filosofía que Cristina Kirchner desarrolló sobre ellos.
También ponerla en práctica sin el aval de la vicepresidenta, que es mayor de lo que trasciende. Los márgenes de acción dados a Kicillof le permiten desatender reclamos de Máximo Kirchner similares a los de los intendentes. Una diferencia sensible con el derecho a veto con el que Cristina intervino en la constitución del gabinete de Fernández. Una restricción a la porosidad con los intendentes. Alberto precisa consolidar una base electoral en la provincia para ganar autonomía política respecto de su vice. Situación que en apariencia beneficia a Massa. La designación de Mario Meoni se explica por la necesidad de obstruir la alianza de Alberto y Randazzo en la cuarta sección electoral y por los antecedentes en el área del exintendente de Junín.
De 2003 a 2015 no pudo habilitar ninguna de las tres líneas de colectivos que funcionan en la ciudad. Las puso en marcha Pablo Petrecca, que lo sucedió por Juntos por el Cambio y fue reelegido para otro mandato. Es probable que con la excusa de cubrir ese déficit se haya pensado en Guillermo López del Punta para vice. Aunque también en satisfacer la expectativa de Hugo Moyano. Un caso parecido al de Malena Galmarini en AySA, donde el presidente deseaba ubicar a Mariano Cascallares. Máximo objetó al intendente de Almirante Brown. En la presentación del gabinete Alberto aludió a Galmarini como "una dirigente excepcional que siempre ha luchado por los derechos de las mujeres". Cascallares es parte de la diáspora hacia Katopodis que sufre Martín Insaurralde y que incluye a Gray.
El nuevo ministro de Obras Públicas es el dirigente del conurbano más cercano al presidente. La presidencia de la Cámara de Diputados concedida al intendente de Lomas de Zamora, que ocupará Federico Otermín, puso a prueba la política de Kicillof con los intendentes. Auxiliado por Cristina, el gobernador logró que Carlos "Cuto" Moreno ocupase la vicepresidencia que Insaurralde reservaba a Juntos por el Cambio para hacer viable el acuerdo. Para evitar una colisión con Kicillof, Insaurralde ofreció a la oposición la Defensoría General. Respaldado en los intendentes del interior y la primera sección, Katopodis respaldó a su titular, Guido Lorenzino. Aprobado por la Legislatura, la Defensoría tiene presupuesto para contratar personal y cuenta con delegaciones en toda la provincia. Para designar un nuevo defensor es preciso el voto favorable de dos tercios de los diputados.
Los intendentes de la primera sección no los tienen, pero son los más afines a Alberto. También los que expresan malestar con la política de Kicillof con el gabinete. Una causa común con Massa, que aporta al Frente de Todos 12 de 41 diputados. Es lo que le permite ser fiel a sí mismo y acicatear o enfriar el clima de conflicto para preservar las posiciones que tiene en la Legislatura. Eso implica evitar cambios en la Defensoría General para garantizarle continuidad a Walter Martello, adjunto de Lorenzino. Pero a la vez respaldar a Insaurralde y que Otermín presida Diputados para que Eduardo Cergnul permanezca en la Secretaría de Desarrollo Institucional de esa cámara. Cergnul es el apoderado del Frente Renovador y uno de los apoderados del Frente de Todos. Como la Defensoría, el área de Desarrollo Institucional tiene autonomía presupuestaria.
Mientras Federico Salvai, Maxi Abad y Roberto Costa negociaron por Juntos por el Cambio con Otermín, Moreno, Teresa García y Verónica Magario, del Frente de Todos, se anunció la aparición de Cambio Federal, un bloque surgido de la ruptura del opositor promovida por Enrique Nosiglia y Emilio Monzó y protagonizada por los diputados Fernando Pérez, Walter Caruso, Guillermo Bardón y Martín Rodríguez Yelpo. La supuesta intención de Massa de sumarlos a los propios, más los monobloques de Fabio Britos y de Mario Giacobbe y exigir una vicepresidencia fue una de las habladurías del fin de semana. Hubo otras en las que Insaurralde amenazaba con ser parte de esa iniciativa si no se le cedía la vicepresidencia de Moreno a Juntos por el Cambio. Una forma elegante de rechazar el aparente interés en auditar a los dos que se Cuto.
Luego de una ardua negociación, Otermín y Moreno compartirán con Adrián Urrelli el mecanismo de firmas cruzadas para autorizar gastos en Diputados. Urrelli será el vicepresidente primero en esa Cámara por Juntos por el Cambio. Representa a Néstor Grindetti. El intendente de Lanús es el más cercano a María Eugenia Vidal. Intervino para destrabar la negociación de Guillermo Montenegro con Lucas Fiorini. El intendente de Mar del Plata eludía el reclamo del senador provincial para que Alejandro Carrancio presidiese el Concejo Deliberante. Carrancio será el jefe de bloque de Montenegro. Grindetti comparte con Jorge Macri, de Vicente López, la expectativa de disputar en 2023 la candidatura de Juntos por el Cambio. Fiorini integra ese bloque en el Senado. Costa preside el bloque opositor de 26 bancas, sobre un total de 46.
Una posición clave para destrabar la negociación en Diputados. Lo que facilitó votar como vicepresidenta en el Senado a Teresa García, a cargo hasta mañana en forma interina del gobierno bonaerense. Será un paso breve. García jurará como ministro de Gobierno de Kicillof. Con Sergio Berni en Seguridad, Julio Alak en Justicia, Augusto Costa en Producción y Thea en la Secretaría General, tendrán la misión primordial que les encomendó la vicepresidenta. Proteger la gestión del gobernador. Tal vez la muestra más nítida de que los caminos de Alberto y de Cristina se bifurcan en la provincia.