Maestro Cafiso: a los 80, nace un artista
Una historia sencilla no es fácil de encontrar ni de contar. Sin llevar el asunto al límite de la literalidad ni de establecer comparaciones imposibles con la vara de David Lynch -que hace más de 20 años filmó Una historia sencilla sobre un anciano que viaja en tractor de Iowa a Wisconsin para ver a su hermano-, la de Carlos Cafiso, de 80 años, transcurre en los confines porteños de Mataderos y hace méritos en el rubro.
Entre los vahos del tango y los fierros resulta que este hombre, soldador de oficio y por linaje, tiene dos grandes tesoros: un soplete y un amor. Y ese patrimonio alcanza para que María Paula Zacharías lo retrate y se cuestione si estamos frente a una revelación para el mundo del arte.
"Escribo su historia porque quiero responderme una pregunta: ¿qué es ser artista?", confiesa la periodista en el arranque de Maestro Cafiso, un volumen precioso de India Ediciones, que deja ver desde el calado de la tapa una de las obsesiones de este trabajador empecinado: el Puente Transbordador de La Boca. Su otra fascinación, que también replicó en su taller, está más lejos: la Torre Eiffel.