
Miniaturas: los fueros y un enigma lingüístico indescifrable
Sólo faltan 6 meses para que la mitad de los diputados nacionales terminen su mandato. Durante tres años y medio, un período siete veces más extenso que el que les resta para concluir su tarea legislativa, todos ellos estuvieron a resguardo de inclemencias que pueden aquejar a cualquier ciudadano. La cobertura nunca pareció incomodarlos como para quitársela. Y ni siquiera se acaloraban de vergüenza como, para al menos, pronunciarse en contra, aun cuando un legislador (y ex presidente) desatara el rechazo público por su obscena utilización.
Pero el calor de los tiempos electorales todo lo puede y ayer nomás llegó el striptease ético. El gran velocista de las campañas, Sergio Massa, les ganó a todos de mano y anunció su decisión y la de su bloque de desvestirse del escudo protector de los fueros parlamentarios durante el medio año que le resta de mandato. No quedó solo, a los massistas se sumaron legisladores de Cambiemos y seguidores de Randazzo. Eximios lingüistas todavía tratan de descifrar en qué idioma son sinónimos ética y oportunismo.






