
Modernización laboral: la transformación histórica que exige la Argentina
El proyecto de Modernización Laboral, presentado hoy bajo el expediente PE 159/25, marca un paso decisivo en la reconstrucción de nuestro país. La Argentina arrastra desde hace años un mercado laboral deteriorado. Se han generado informalidad, trabas a la producción y obstáculos para quienes quieren invertir y desarrollarse en libertad.
El trabajo es un organizador social natural. Sin embargo, en nuestro país, está en crisis desde hace décadas. Esta iniciativa aborda ese problema mediante un enfoque moderno, simple y acorde a una economía que exige retomar una senda de crecimiento sostenido.
Nuestro presidente es claro en su mensaje de erradicar todos los privilegios que sólo benefician a un sector enquistado en nuestra sociedad. Entre ellos, la conocida “industria del juicio”, que perjudica tanto a empresas como a trabajadores. San Luis —la provincia que represento— es un ejemplo elocuente: desde hace años figura entre las jurisdicciones con mayor litigiosidad laboral del país. Por eso, respaldo la necesidad de contar con reglas claras y acuerdos que desarticulen el conflicto permanente.
El proyecto introduce definiciones precisas y criterios objetivos que dan previsibilidad. Un caso es el régimen de indemnizaciones: contemplar parámetros claros para su cálculo reduce la conflictividad y evita abusos que terminan afectando al empleo formal.
Los nuevos tiempos exigen brindar a quienes participan del mundo laboral herramientas que simplifiquen la organización del trabajo. En esa línea, se incorpora la opción de adoptar un esquema de “banco de horas” voluntario y se habilita una gestión más flexible del período vacacional. Además, establece pautas precisas sobre las licencias por enfermedad, uno de los aspectos que mayor conflicto genera en la actualidad.
La propuesta reconoce además las nuevas realidades asociadas al empleo. Establece un marco específico para quienes se desempeñan en plataformas digitales, garantizando su independencia y evitando interpretaciones que desvirtúan dicha actividad. También actualiza positivamente normativas del régimen agrario y del trabajo en casas particulares.
Los sindicatos son actores centrales en el sistema laboral, y el proyecto incorpora reformas necesarias para modernizar su funcionamiento: se elimina la ultraactividad indefinida y se establecen límites a medidas que afectan la productividad, sin poner en riesgo derechos esenciales. Se trata de pensar en el crecimiento y no en el estancamiento.
El proyecto impulsa un fuerte incentivo al empleo registrado. Se proponen reducciones de contribuciones patronales y un régimen inteligente de regularización laboral que funcione como un verdadero camino hacia el empleo genuino. Un puente entre la informalidad y el trabajo digno.
Así como la Ley Bases incorporó el RIGI, esta ley crea el RIMI, un esquema de incentivos pensado para las pequeñas y medianas empresas, que son las que sostienen el empleo argentino. La amortización acelerada y el IVA anticipado para reinversión ofrecen un impulso concreto a quienes producen y generan trabajo.
Todo esto acompaña una línea de Gobierno clara: aliviar la carga fiscal. Se eliminan impuestos internos distorsivos vinculados a seguros, telefonía, autos y transporte; y se introducen mejoras en IVA y Ganancias para sectores estratégicos. Menos impuestos, más producción. Menos impuestos, menos precios. Menos impuestos, más libertad.
En síntesis, la Modernización Laboral propone un cambio cultural: pasar de un sistema rígido, costoso y litigioso, a uno que promueva el empleo formal, reconozca la diversidad productiva, proteja al trabajador con herramientas modernas y dé certidumbre a quienes invierten y generan empleo, sin privilegios. No es retroceder en derechos, sino hacerlos sostenibles.
La Argentina necesita un mercado laboral dinámico y competitivo. Este proyecto constituye un paso significativo en esa dirección y merece un debate profundo. El desafío no es preservar un statu quo que ya no funciona, sino construir un futuro donde trabajar, contratar y producir vuelva a ser posible; para la satisfacción del pueblo argentino.
*El autor es senador nacional y presidente provisional del Senado






