Montenegro y Yeza, los intendentes del verano
Gobiernan respectivamente Mar del Plata y Pinamar; los dos son de Juntos por el Cambio; cómo se posicionan en el plano local y nacional
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La vidriera política en verano es de Mar del Plata y Pinamar. No solo porque se trasladan para vacacionar allí cientos de miles de votantes, sino porque también importantes dirigentes descansan o arman acciones en esas arenas en busca de lograr mayor espacio y repercusión que la habitual.
El que tiene clarísimo ese mecanismo y ostenta asistencia perfecta en todas las temporadas es Daniel Scioli que aun con un cargo geográficamente tan alejado de la Ciudad Feliz, como es ser embajador argentino en Brasil, una vez más cumplió con su rito de, toalla al hombro, bajar a la playa popular ubicada entre los hoteles Provincial y Hermitage que regentea su padrino periodístico local, el legendario Florencio Aldrey Iglesias, “dueño” de Mar del Plata, por la notable diversificación de sus negocios allí.
A la hora de sacar pecho mediático no hay grieta que valga y todos quieren dar su presente junto al mar. Sobran los ejemplos: Javier Milei rifando su primer sueldo como legislador en Playa Grande; Fernanda Raverta, titular del Anses, jugando de local y otra vez con ánimo de candidatearse como intendenta de la Feliz en 2023, posando con los ministros De Pedro, Vizzotti y Lammens.
Peor la pasa el gobernador Axel Kicillof, que no se siente cómodo en Pinamar ni en Mardel porque ambas ciudades turísticas están gobernadas por Juntos por el Cambio, y prefiere hacer recorrida, aunque el clima le juegue en contra, en Villa Gesell, que, al menos, administra alguien de su propio espacio político.
Martín Yeza, el intendente de Pinamar, y Guillermo Montenegro, el de Mar del Plata, cuyas voces en el resto del año suelen escucharse poco y nada, en plena temporada pasan a un primerísimo plano.
Yeza, que ya transcurre la mitad de su segundo mandato, y que podría aspirar a un tercero gracias a la controvertida ley en la que kirchneristas y cambiemitas acordaron hacerlo, fue el único de los 55 alcaldes de JXC en condiciones de beneficiarse con esa prerrogativa que salió fuerte a adelantar que no usará esa chance. ¿Aspira Yeza (que está cerca de María Eugenia Vidal) a ser gobernador? Más parece interesado en impulsar los estudios para dividir la provincia de Buenos Aires la cual, considera inviable de gobernar de manera eficiente con su actual conformación.
A 128 kilómetros de Pinamar, a Montenegro en Mar del Plata, la oportunidad de elevar el perfil le llegó por el lado más inesperado. Mientras que el gobierno nacional le dio luz verde a las cinco de la tarde del 30 de diciembre pasado, en vísperas del Año Nuevo, a un ambicioso plan de exploración petrolera a 300 kilómetros, mar adentro, de la costa marplatense, la noticia no pasó para nada inadvertida y tuvo una repercusión fenomenal en Mar del Plata. Y no solo por parte de los grupos ecologistas, que pusieron el grito en el cielo. “No soy greenpeacero”, aclara como si hiciera falta Montenegro, que presentó un amparo de setenta páginas para oponerse a que empiecen esos trabajos en tanto no se informe antes de qué manera impactará ambientalmente.
Podría suponerse que Montenegro se muestra reticente frente a este tema porque lo impulsa el gobierno nacional, que tiene un signo político distinto al suyo. Sin embargo, su oposición es más por la cuestión de fondo que porque provenga del presidente Alberto Fernández, con el que tiene personalmente buena relación. Del mismo modo, que esté encolumnado políticamente dentro de Juntos por el Cambio con Horacio Rodríguez Larreta, no quita que en estos días haya protestado fuerte contra la decisión del jefe del gobierno porteño de iniciar las clases el 21 de febrero. A Montenegro le preocupa que sea un tiro que hiere de muerte a la segunda quincena de febrero en una temporada tan atípica que llegó con los mejores auspicios -arribaron turistas en una cantidad inédita en mucho tiempo y la primera quincena de enero contó con un clima excepcional-, pero la fuerte ola de contagios de Covid hizo caer reservas, le pegó duro a los sectores productivos que sufrieron bajas y retrajo la taquilla de los teatros por temor del público y porque no pocos elencos quedaron averiados por culpa del Covid. La gran expectativa en recuperarse más y mejor está enfocada en febrero, si la ola de Ómicron, como se espera, termina cediendo.
Con su capacidad hotelera e inmobiliaria colmada, las tragedias con cuatriciclos y UTV pusieron la nota sombría en Pinamar. Pero Yeza debió lidiar más políticamente con el episodio menor del churrero que no tenía habilitación, pero que la gente salió a defender. Hasta Victoria Tolosa Paz, desde Cariló, aprovechó esa circunstancia para pegarle al intendente costero de JXC que ganó por el 59% de los votos y que cuenta con mayoría absoluta en el Concejo Deliberante pinamarense. La grieta, como se ve, nunca se toma vacaciones.
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