
Próximamente, medicamentos made in China
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Reconocidas empresas farmacéuticas han comenzado a profundizar sus lazos con China no sólo por el potencial de su mercado sino también por la posibilidad de reducir los costos de sus proyectos.
Marcas de la talla de Novartis, Roche y Pfizer ya han dado los primeros pasos en ese sentido. La primera, por caso, ha realizado un convenio de colaboración con el Instituto para Temas Médicos de Shangai para identificar compuestos derivados de la medicina tradicional china que la farmacéutica pueda utilizar en nuevos medicamentos.
En tanto, la suiza Roche abrió un centro de investigación y desarrollo en las afueras de Shangai que contará con una dotación de personal únicamente local. Allí analizarán nuevos compuestos para posibles tratamientos contra el cáncer o contra enfermedades virales.
En esa misma dirección va la firma Pfizer que, tras abrir una nueva sede en esa ciudad, se encamina a construir su propio centro de investigación y desarrollo.
Diferentes factores confluyen para esta elección. Entre ellos, que un científico chino puede llegar a cobrar diez veces menos que uno occidental y que en ese país existen mayores facilidades para realizar ensayos clínicos con pacientes y con animales.





