Street art: tres documentales para pintarlo mejor
Cuando a principios de este mes un estudio publicado por la Universidad Queen Mary de Londres aseguraba haber descubierto la verdadera identidad del artista callejero Banksy, más de un coleccionista debe haber sentido una punzada de excitación: la posibilidad de confirmar el verdadero nombre del grafitero podría revalorizar sus obras, algunas de los cuales rondan los 180.000 dólares.
El de Banksi es el caso que mejor ilustra la gran paradoja del street art: nacido como expresión urbana marginal, sus marcas siempre fueron el anonimato, la idea de obra efímera (un grafiti, por definición, dura poco) y la audacia, en algunos casos, para pintar las paredes más inaccesibles, remotas… o prohibidas. Entretanto, la obra de algunos grafiteros creció, se complejizó, produjo trabajos de innegable belleza. Y, en una vuelta de tuerca inesperada para un movimiento nacido al límite del vandalismo, empezó a cotizar en el mercado del arte. Contradicciones aparte, probablemente el street art sea una de las expresiones más vitales, frescas y en ebullición de la cultura urbana actual; los tres documentales que presentamos aquí dan cuenta de eso.
Exit through the gift shop (Banksy, 2010)
Realizada en 2010 y dirigida por Banksy, es una inmersión en el universo del street art desde la óptica de una de sus máximas estrellas. El hilo argumental sigue los recorridos de un inmigrante francés radicado en Los Ángeles y entusiasta del arte callejero; a través de sus charlas e incursiones en el trabajo de los grafiteros, aparecen aspectos del trabajo de artistas urbanos en plena y desafiante formación, además de "consagrados" como Invader, Obey o el mismo Banksy (que siempre aparece con una capucha, en planos oscuros que no permiten distinguir su rostro y con la voz distorsionada).
Next-A primer on urban painting (Pablo Aravena, 2005)
Las cámaras del realizador canadiense Pablo Aravena recorren, en busca de obras de street art, las calles de los Estados Unidos, Canadá, Francia, Holanda, Alemania, Reino Unido, España, Japón y Brasil. El resultado es un mosaico de voces múltiples, nacionalidades diversas y expresiones visuales de todos los tonos y actitudes, aunque unidas por la estética urgente, efímera y joven del arte callejero. El film comienza con una cita donde Timothy Leary "profetiza" que el siglo XXI "enviará señales a aquellos que recuerden el comienzo del arte de las cavernas, cuando los jóvenes paleolíticos ponían arte sobre las paredes".
Chats perchés (Chris Marker, 2004)
Una entrada oblicua al universo del street art. Chris Marker, "el más célebre de los cineastas desconocidos" realizó, cuando rondaba los 80 años, un film cuyo detonante es un grafiti: un gato realizado por el artista callejero M.Chat. Marker emprende la búsqueda de las obras de M.Chat, llevando su cámara por una París distinta, cotidiana y también altamente cargada de política. Es 2002, la ultraderecha tiene posibilidades de disputar la presidencia de Francia y Marker, entre grafiti y grafiti, registra el intenso proceso político que por esos días colmó las calles parisinas. Al cierre, como si hiciera un pase de posta, el veterano director cinematográfico dedica su película a los artistas callejeros.