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Tan adultos pero tan niños
Compran cualquier cosa que tenga que ver con su infancia. Son adultos mayores de 30 años, pero hacen cola para probar la nueva Nintendo con el videojuego “Mario Kart World”, para ver la película de Sonic o las últimas versiones Disney de sus dibujos animados de los 90. “Cada hombre tiene una imagen por la que renunciaría al mundo, ¿cuántos no la buscarían en una vieja caja de juguetes?”, dijo el siempre sagaz Walter Benjamin.
No sienten vergüenza ni culpa. Hoy como ayer, sus héroes siguen siendo Mario y Pikachu. Así como el musulmán visita La Meca, ellos sueñan con ir a Disney más de una vez en su vida. (Obsérvese una fotos de Disneyworld: se verá que las dos terceras partes de su población están compuestas de gente adulta).
Cuando seamos viejos, vamos a tener mucho tiempo para recapitular nuestra vida, vivir de recuerdos, enfocar nuestra memoria en dirección a nuestros primeros años. ¿Qué pasará con esta generación? ¿Cómo van a hacer para regresar a ese sitio si jamás se fueron de allí?ß
Algo más...
La AARP –una organización que se dedica a empoderar a personas mayores– señala que en Estados Unidos la cantidad de jugadores de videojuegos de 50 años o más ha aumentado a más de 12 millones en los últimos 6 años, un aumento de un 30%. Los gamers mayores, una colectividad invisible.ß
Por Mariano Donadío
