Tips para personas cuyas parejas viven endeudadas
Sabido es que cuando uno se "junta" con otra persona (casándose o directamente conviviendo) de alguna manera el universo de la misma pasa a ser el propio, y ello incluye familia, amigos, actividades y hasta...deudas financieras.
Según un estudio publicado en la revista Journal of Family and Economic Issues y realizado por las expertas en finanzas Sonya L. Britt y Sandra J. Houston, las discusiones por dinero en una pareja causan más separaciones que la infidelidad, los niños, las tareas del hogar o incluso los problemas sexuales que puedan llegar a tener sus integrantes
¿Qué hacer si nos damos cuenta de que la persona que amamos tiene un mal manejo del dinero que lo/a hace incurrir en deudas continuamente? ¿Cómo manejar la situación para que no determine la ruptura? ¿Es posible lograr el éxito conyugal cuando los comportamientos financieros de una pareja no son compatibles?
A continuación, algunas respuestas a estos temas sobre los que pocos hablan.
Pareja S.A.
El experimento citado se prolongó durante 18 años, entre 1988 y 2006, utilizándose los testimonios de 1683 mujeres casadas que debían evaluar el grado de satisfacción en su matrimonio con el paso del tiempo.
Al finalizar el estudio, el 58% se había separado mientras que el 42% continuaba casada. Entre las mujeres que seguían casadas, el dinero era la principal fuente de insatisfacción por encima de todos los otros factores.
Unas de las conclusiones interesantes de este estudio es que las discusiones sobre las finanzas de la pareja aparecen como un motivo importante de divorcio, pero solo pueden anticipar la ruptura sentimental cuando emergen en las primeras fases de la relación. En las relaciones más maduras ese tópico desaparece, o bien porque encontraron la dinámica financiera compatible o bien porque se adopta una actitud más individualista en donde cada uno se preocupa por sus propias finanzas y deciden no "perder el tiempo" discutiendo sobre ello, por más de que no estén de acuerdo con los manejos del otro.
Según la Teoría del Intercambio Social, las relaciones humanas se forman por el uso del análisis costo-beneficio para ambas partes. Cuando una persona percibe que los costos están por encima de sus beneficios obtenidos decidirá abandonar la relación, mientras que en caso contrario elegirá quedarse.
Desde el punto de vista de la pareja, podría decirse que se realiza una inversión en tiempo, esfuerzo y energía emocional para que la misma funcione. Pero cuando uno de los dos percibe que esa inversión es injusta en términos de que es el que tiene que hacer el mayor esfuerzo, la situación podría entrar en un camino irremediable de separación.
Eso mismo es lo que ocurre cuando uno de los dos tiene actitudes financieras irresponsables que terminan perjudicando a ambos, como ser el consumo compulsivo e indiscriminado y el endeudamiento.
La deuda como una infidelidad financiera
La honestidad es uno de los pilares fundamentales de cualquier relación. Cuando alguna de las partes rompe este "contrato de lealtad" genera resentimientos y heridas que, en muchos casos, terminan por destruir el vínculo.
En el campo del dinero las infidelidades económicas son más comunes de lo que creemos. El sitio Money Habitudes presenta un resumen de investigaciones y estadísticas muy interesantes sobre este tema y muestra que por lo menos un tercio de las parejas ha cometido algún tipo de infidelidad económica.
El endeudamiento no consensuado de una de las partes podría tomarse como un caso de infidelidad financiera, en donde la peor decisión que podemos tomar es eludir el tema por miedo a un enfrentamiento.
Otra actitud nociva al percatarnos de lo que está sucediendo es victimizarnos y creer que nuestra pareja está teniendo esta actitud para perjudicarnos, lo cual sería una interpretación errónea de lo que está sucediendo, que, muchas veces, está más relacionado con un comportamiento auto-destructivo producto de causas múltiples que terminan perjudicándonos indirectamente.
Si no dejamos nuestro ego de lado para que el otro entienda que realmente estamos más comprometidos con ayudarlo que con querer tener razón, es probable que se niegue lo que está pasando generándose un peligroso y dañino pacto de silencio.
Cómo encara el problema una pareja proclive a tomar deuda
Dependiendo de la magnitud del problema, es posible llevar a cabo una modificación de los hábitos antes de acudir a una institución especializada, como ser Deudores Anónimos.
El primer paso tiene que ver con proponer una charla franca con el objetivo de clarificar la situación financiera, ya que los deudores crónicos no suelen llevar al día el saldo de sus cuentas, gastos mensuales o tasas de interés pagadas por los préstamos pedidos.
Esta actitud de "desprolijidad financiera" puede tener como fin encubierto el negar la realidad económica personal con el entorno y con ello el problema en su totalidad.
Es vital saber con certeza a cuánto asciende el pasivo total de nuestra pareja para comenzar a tratar su adicción a las deudas.
Otro punto importante es dejar de involucrar a los familiares (la mayoría de los deudores lo hace) en situaciones de deuda. El/la deudor/a puede tener ciertos "cómplices" como sus padres o hermanos/as a los que acude en secreto para "tapar agujeros financieros" sin que nosotros nos enteremos. Hablar con ellos y contarles con sinceridad el nivel de deudas, situación judicial (si la hubiese) y demás cuestiones es un paso que hay que tomar cuanto antes.
Luego, es necesario limitar de manera consensuada los vehículos de acceso al crédito inmediato, como las tarjetas de crédito, que componen una invitación constante a seguir endeudándose. La recomendación aquí es dejar los plásticos "descansando" en algún cajón de la casa y no llevarlos encima, para evitar así las tentaciones.
Si nuestra pareja cuenta con varias tarjetas (los deudores crónicos suelen hacerlo para especular con los distintos vencimientos) se recomienda eliminar las mismas y quedarse solo con una.
Confeccionar un plan de austeridad en conjunto es otro paso difícil pero necesario para comenzar el proceso de recuperación financiera, ya que el ahorro es uno de los pilares necesarios para frenar las nuevas deudas primero y comenzar a desendeudarse a posteriori. El café en la calle, el taxi, las comidas afuera y todos esos "pequeños gastos" deben ser eliminados hasta tanto el caudal de deudas haya disminuido.
Conclusión
Que el dinero sea el motivo principal de peleas en una pareja no quiere decir necesariamente que se convierta en un motivo de ruptura, siempre y cuando el mismo sea encarado de la manera adecuada y exista el compromiso de llevar adelante las acciones pertinentes de ambas partes.
El error más importante que muy probablemente podría derivar en la ruptura del vínculo es adoptar una actitud basada en dos polos opuestos pero igualmente peligrosos: que el endeudamiento de nuestra pareja no es un tema nuestro y que por ende no nos tenemos que meter o que este comportamiento irresponsable en lo referente al dinero es algo que hace para perjudicarnos de manera directa.
Cuando nos encontramos frente a una situación de este tipo es más que evidente que nuestro compañero/a no está pudiendo manejar por sí solo/a la complejidad que encierra la relación personal con el dinero, y en ese sentido es que debemos buscar la mejor manera de ofrecer nuestra ayuda de varias formas distintas sin frustrarnos si al principio no encontramos la resonancia esperada.
Para que el problema se resuelva la colaboración debe ser total por más doloroso que sea en un primer momento, sabiendo siempre que los beneficios una vez que se pueda superar el mismo se darán en un nivel de tres dimensiones: el de la relación, el de nuestra pareja anteriormente endeudada y el de nosotros mismos.