Una bala alojada durante 77 años
Zhao He cumplió 95 años (existen cuarentones y cincuentones, pero los que cumplen más de noventa ya no tienen sobrenombre). El viejo Zhao estaba en el hospital de Linyi, provincia de Shandong, con el objetivo de hacerse un chequeo médico. Pero sus radiografías detectaron un objeto extraño, clavado en su cuello en forma vertical: era una bala. Curiosamente, la bala no le hizo ningún tipo de daño. Lo que no te mata te deja vivir.
El anciano chino cree recordar que el proyectil fue un regalo de los japoneses y está alojado en su cuello desde 1944, cuando trataba de cruzar a un compañero herido a través de un río; durante esa acción recibió una carga de metralla. “Sufrió muchos disparos mientras estaba de servicio, y no se dio cuenta”, explicaron sus descendientes al periódico chino Global Times. Los médicos decidieron no extraerle la bala porque ya era parte de su cuerpo -y nosotros agregaríamos: de su alma- y a esa edad uno ya es su patología; quitarle su enfermedad sería como quitarle la vida. ß
Algo más...
Zhao He vivió en tiempos marcados por la guerra. Entró al Ejército en 1931 y luchó contra los japoneses hasta 1945. Después participó en la guerra de liberación china entre 1946 y 1949. A partir de allí, reconocido como un héroe de guerra, trabajó en una fábrica. Además de vivir con una bala en el cuerpo la mayor parte de su vida.