¿Cuánto influyen las nuevas tecnologías a la hora de conocer a alguien?
Ante tanta oferta para comunicarnos, dejando casi en último lugar el face to face, muchas veces preferimos iniciar un vínculo dándole prioridad al contacto online

En el recuerdo quedó esa modalidad que aplicábamos cuando conocíamos a alguien y le dábamos el número de teléfono de línea, y esperábamos al lado del aparato largas horas o no queríamos que nadie atienda.
La realidad es que, en los tiempos que corren, de forma tal ha sido desplazado el teléfono tradicional, que mucha gente ya ni siquiera lo tiene instalado en su casa, o no lo pone como número de contacto, directamente pasan el número del móvil.
De ahí pasamos al celular y el SMS se transformó en el rey de la comunicación informal, donde ¿qué mejor que en lugar de estar llamando lo reemplazamos por un texto?
Al poco tiempo, empezamos a combinar estos métodos anteriores con los mensajeros por chat más comunes, donde todavía se usaba Internet por cable. Seguro varios recuerdan el ICQ, con sus clásicos estados como el online, busy y free for chat para dejar bien en claro quién estaba disponible y quién no. Después se suma el Mirc que era similar (de hecho apareció primero) pero que no llegó a ser un éxito y desapareció rápidamente. Quien tuvo mayor éxito fue el famoso Messenger (MSN), que terminó desapareciendo años atrás, se fusionó con el usuario de Skype donde, además de hablar a la distancia, podemos vernos a través de la cámara web. (El MSN también permitía hacer esto si contabas con una camarita web. Ahora ya todos los dispositivos móviles cuentan con una) ¿ El dato? Parece que por estos días quieren relanzar al ICQ para smartphones.
De esta manera, era cada vez más fácil relacionarse del modo más informal posible, casi sin dejar rastros, donde con un solo clickear delete o eliminar podías desaparecer o bien terminar con ese vínculo.
Con la llegada de los smartphones, todos seguimos aun más hiperconectados. Y aunque nos cueste reconocerlo, ya casi es un hecho que sin conocer a alguien o haberlo visto por primera vez, por ejemplo, en un boliche o en una reunión, el siguiente contacto sea de manera virtual y recién después, real. Todavía están los que se animan a levantar el teléfono y en un solo paso concretan el encuentro, pero no es lo que ocurre con la mayoría. El Whatsapp o el Blackberry Messenger ya son un clásico casi imposible de desterrar, incluso en muchos casos preferimos escribir un mensaje que es más fácil que llamar o enfrentarnos con la voz del otro.
Hoy, el levante tiene lugar no solo desde el chat del Facebook, sino también con la llegada de la aplicación estrella Tinder, lanzada en Estados Unidos en el 2012, y que es exclusiva para conocer gente a tan solo un click. Esta aplicación para Iphone y Android, toma los datos de perfil de Facebook del usuario, y brinda opciones de personas compatibles en edad, intereses, zonas frecuentes y amigos en común.
Y hay quienes también se animan a enviar un mensajito a través del juego " Preguntados" mientras que se juega o se termina una partida.
Animarse al encuentro real

Opciones para relacionarnos hay miles, el interrogarte es por qué ponemos tantos trabas delante del encuentro real y si es que al estar tan acostumbrados a la tecnología, tal vez encontramos un espacio de comfort y comodidad en donde nos resulta más fácil comunicarnos de esta manera y es menos vergonzoso. Es decir, que nos sirva como ayuda o trampolín para un encuentro que luego de la virtualidad sea concretado, no está mal, al fin y al cabo se convierte en algo placentero y aparece el bienestar, o por lo menos, nos sacamos la duda sobre si vale la pena seguir charlando tantas horas con una persona de manera online. En otros casos, nos perdemos encuentros reales por estar detrás de una pantalla.
"La posibilidad de comunicarnos a través de distintos dispositivos nos ayuda a trasmitir determinados mensajes que no diríamos tan fácilmente cara a cara, sobre todo en los adolescentes que nacieron con tantas opciones tecnológicas, aunque en muchos casos también ocurre en adultos", explica Gabriel Genise, psicólogo de la Fundación Aiglé.
Además, agrega: "el punto es que a través de estos mecanismos no estamos afrontado la situación. No es lo mismo lo que dice el cuerpo, una mirada o tomarle la mano a alguien, que transmitirlo en palabras a través de un teclado, en el medio se pierden cosas. En cambio, en el encuentro son solo esas dos personas, en algún momento hay que animarse al encuentro real".
¿Qué lugar ocupa la tecnología a la hora de conocer a alguien? Contanos tu experiencia.
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