Destinos de colección

Madrid

Museo Thyssen Bornemisza y Fundación Caja Madrid

Marc Chagall. Un evento absolutamente memorable será esta primera retrospectiva que España le dedica al gran artista ruso. Memorable porque difícilmente se pueda gozar de sus más grandes creaciones como en esta muestra dividida en dos grandes secciones. La primera, que ocupa la planta baja del museo, alberga 150 óleos de sus primeros años en la Rusia revolucionaria y sus posteriores creaciones en París. Allí podrán admirarse El violinista, La habitación amarilla, Dedicado a mi prometida y otras obras maestras.

En la segunda sección de esta muestra, ahora en la Fundación Caja Madrid, la atención se centrará en el período americano y en su evolución artística posterior. Allí estarán expuestos los temas bíblicos que preocupaban al artista, su relación con los poetas contemporáneos, y notables ejemplos de escultura, cerámica y vitrales.

Hasta el 20 de mayo.

Nueva York

Jewish Museum

Edouard Vuillard, un pintor y sus musas, 1890-1940. Once años atrás, Washington, Montreal, París y Londres conmovieron al mundo artístico con una excepcional retrospectiva de la obra de Vuillard. El catálogo de aquella exposición constituye hoy una joya bibliográfica atesorada por los coleccionistas. Una década más tarde le toca a Nueva York revisar lo mejor de la producción del artista, recorriendo la trayectoria completa de Edouard Vuillard, uno de los maestros del grupo Nabis, desde sus comienzos en las vanguardias hasta los últimos retratos menos conocidos.

Se han elegido para esta revisión los momentos más atractivos de la creación de Vuillard: sus comienzos artísticos, todo el encanto de la época de La Revue Blanche (que compartió con Bonnard, Toulouse Lautrec y otros), los bellos ciclos decorativos, las pinturas que exhibió en la Bernheim Gallery y sus retratos de la sociedad parisiense de los años 20 y 30.

La muestra revaloriza el apoyo de amigos y mecenas de Vuillard, así como la importancia de éstos como factor de inspiración del pintor. Sin duda, una muestra imperdible.

Del 4 de mayo al 23 de septiembre.

Londres

Tate Modern

Damien Hirst. Londres se prepara para la gran fiesta. Los Juegos Olímpicos parecen ser la culminación de este 2012, y era casi de esperar que la Tate Modern recibiera este acontecimiento con una oferta sin igual. Por primera vez el público tendrá la oportunidad de apreciar la producción del más controvertido y cotizado artista de nuestro tiempo. De este enfant terrible del arte británico, que subyuga por sus trabajos con la muerte -recordemos sus tiburones seccionados, vacas y ovejas sumergidos en formol, o calaveras humanas recubiertas de diamantes-, ahora se exhibirán 75 obras realizadas en los últimos veinte años.

La muestra convocará seguramente a miles de espectadores ávidos por enfrentar una vez más la instalación de A Thousand Years, donde una cabeza de vaca sirve de alimento a miles de moscas, muchas de las cuales mueren electrocutadas por la acción de un eliminador de insectos. Larvas-moscas-muerte, el ciclo de la vida a la vista del espectador. Un personaje de ficción creado por el novelista Michel Houellebecq imaginaba que Jeff Koons y Damien Hirst se habían repartido el mercado del arte mundial. Y en esa pugna triunfaba Hirst, porque la muerte y el temor morboso terminaban por derrotar la pornografía y el placer.

Del 4 de abril al 9 de septiembre.

Nueva York

MoMA

Cindy Sherman. ¿Quién es Cindy Sherman? Aclarémoslo rápidamente. Nació en 1954 y es una de las más notables e influyentes artistas del arte de nuestros días. Pero aun así, la pregunta es válida. Toda su carrera parece confluir en una obsesiva exploración de sí misma, viviendo todos los papeles que sólo el sueño puede abarcar. Trabaja de modelo de sus propias obras y podemos reconocerla -no siempre- en papeles de enfermera, colegiala, oficinista, prostituta, peluquera, modelo de alta costura, clown de circo y grotesca heroína fílmica de Hollywood. Sus imágenes pueden soportar la admiración y el rechazo de quienes se enfrentan con ese artificio que convierte a su figura en un laberinto sin salida. Observar un estupendo conjunto de más de 170 Cindys; de eso se trata lo que propone el MoMA.

Del 26 de febrero al 11 de junio.

Amsterdam

Hermitage

Rubens, Van Dyck y Jordaens: pintores flamencos del Hermitage. Amsterdam, un excepcional centro del arte mundial, tiene el privilegio de albergar una sucursal del Museo Hermitage de San Petersburgo. Es esta sala holandesa -que en algunos meses más ofrecerá una formidable muestra de pintura impresionista- la que nos deleita ahora con obras maestras de la pintura flamenca del siglo XVII, muchas adquiridas por Catalina la Grande. Son 75 pinturas y 20 dibujos de los tres supremos representantes de la escuela de Amberes -Peter Paul Rubens, Anthony Van Dyck y Jacob Jordaens- a los que acompañan obras de famosos contemporáneos como David Teniers el Joven, Abraham Janssens, Pawel de Vos, Michiel Sweerts, Cornelis de Vos y Frans Snijders, entre otros.

Sin duda, la muestra otorga a Rubens el papel protagónico, ya que de él se exhiben 17 pinturas y gran cantidad de dibujos. Una de estas obras, el admirable Descendimiento de la Cruz -que Rubens pintara hacia 1618-, sale por primera vez de San Petersburgo, un hecho de singular trascendencia.

De Anthony Van Dyck -el gran discípulo de Rubens- se incluyen refinados retratos que fueran realizados en la corte del rey Carlos I de Inglaterra. A los impresionantes trabajos de Jordaens -como el de su maravilloso autorretrato rodeado por su familia- se suman personajes populares de taberna, naturalezas muertas y escenas costumbristas que muestran la pintura flamenca en todo su esplendor. La partida de naipes de Theodoor Rombouts parece sintetizar ese momento mágico y único de la historia del arte.

Hasta el 15 de junio.

Chicago

Art Institute

Roy Lichtenstein. Esta es la primera exposición que hace justicia a la inmensa variedad y riqueza de la obra de Roy Lichtenstein, desde su muerte en 1997. De este genial artista pop, cuya producción ha sido copiada, reproducida y parodiada, el mundo supone conocer el estilo de sus imágenes, íconos de la cultura contemporánea. Se informa de su dimensión más famosa -incluso aquella que recordó su nombre hace pocos días cuando una de sus obras se remató en 43 millones de dólares-, pero a menudo se olvida la sorprendente diversidad y complejidad de su producción.

Quien visite esta muestra podrá tomar contacto con los sucesivos períodos creativos del artista: la obra pre-pop expresionista, la pintura pop de dibujos animados de la Segunda Guerra Mundial, los espejos, pinceladas, explosiones, pinturas de estudio, reflejos, desnudos y paisajes chinos. Todo esto en ciento treinta pinturas y esculturas, así como pequeños dibujos y collages que se exhiben por primera vez. La muestra explora también la influencia que otros pintores y escuelas ejercieron sobre Lichtenstein: Picasso y el cubismo, el surrealismo, el futurismo, el expresionismo alemán y el mítico oeste americano. Sin olvidar un recorrido por el uso que el artista hizo de medios alternativos de expresión -Plexiglás, Rowlux, acero perforado- en un intento de ampliar su concepto del arte más allá de su pintura pop anterior.

Del 23 de mayo al 3 de septiembre.

Roma

Scuderia del Quirinale

Tintoretto. Puede parecer insólito, pero de todos los grandes de la pintura italiana del siglo XVI, el único que hasta hoy no había sido recordado con una gran muestra monográfica fue Tintoretto. Los motivos fueron muchos, pero sin duda uno primó razonablemente: la objetiva imposibilidad de trasladar las grandes telas venecianas.

La muestra actual explora con rigor monográfico la obra de Jacopo Comin llamado Il Tintoretto (1519-1594) con dos autorretratos que abren y cierran la exposición. El primero muestra al joven Tintoretto, en un óleo perteneciente al Victoria & Albert Museum londinense. El segundo nos restituye la imagen del viejo pintor, en una obra que proviene del Louvre. Entre una y otra se desarrolla esta exposición que explora tres temáticas fundamentales de la pintura del maestro veneciano: la religiosa, la mitológica y la retratística.

El visitante no debe esperar una exposición de centenares de obras. Son sólo cuarenta telas, las necesarias para hacer de ésta una muestra insuperable. Allí están El milagro del esclavo, de 1548; la Deposición al sepulcro, de 1594, y Jesús entre los doctores, de 1542. Y entre las obras de temas mitológicos, dos ejemplos admirables: Apollo e Dafne y Susana y los ancianos, una obra cumbre proveniente del Kunsthistorisches Museum de Viena.

Hasta el 17 de junio.

Londres

Tate Britain

Prerrafaelitas: la vanguardia victoriana. Si alguna vez alguien imaginó la posibilidad de ver reunidas en una muestra las más altas expresiones del arte prerrafaelita, ésta es la gran oportunidad.

Más de 150 obras pasan revista al florecimiento del arte en Gran Bretaña desde mediados del siglo XIX, cuando en 1848, un pequeño grupo de jóvenes artistas guiados por Dante Gabriel Rossetti, William Holman Hunt y John Everett Millais fundó en Londres una sociedad secreta, la cofradía prerrafaelita. Persuadidos de que la pintura de entonces estaba desnaturalizada por convenciones heredadas del Renacimiento, buscaban rescatar la pureza del arte anterior a Rafael. Esa vanguardia que descreía de la liviandad y exploraba con absoluto rigor realista serios temas religiosos, literarios y sociales tendía también sus lazos a la poesía. Esta rebelión avanzó no sólo en la pintura, sino también en la escultura, el diseño, las artes decorativas y la fotografía.

A diferencia de muestras anteriores, la presente permitirá descubrir la influencia de la corriente prerrafaelita en el desarrollo del movimiento Arts and Crafts y el ideario social del diseñador y teórico William Morris.

Del 12 de septiembre al 13 de enero de 2013.

Paris

Musée d'Orsay

Degas y el desnudo. Más de tres años llevó preparar esta ambiciosa muestra que investiga aspectos hasta ahora no explorados en una exhibición. En efecto, estamos ante la primera gran exposición monográfica dedicada a Edgar Degas (1834-1917) en París desde 1988, donde el visitante podrá apreciar los avances en el conocimiento de los grandes maestros de la segunda mitad del siglo XIX. Por primera vez, una muestra explora la evolución de Degas en la técnica del desnudo, desde el academicismo de sus comienzos hasta la compenetración entre cuerpo y modernidad de sus últimos años. La exposición consta de pinturas, esculturas, dibujos, estampa y especialmente pasteles, que atestiguan su maestría técnica y expresiva.

Quien se acerque al Orsay tendrá el privilegio de encontrar ciertas obras muy pocas veces mostradas por motivos de conservación, junto a préstamos excepcionales de las colecciones del Metropolitan Museum of Art de NY, Museum of Fine Arts de Boston y el Art Institute de Chicago.

Desde el 13 de marzo hasta el 1º de julio.

Basilea (Riehen)

Fondation Beyeler

Pierre Bonnard (1867-1947). Probablemente haya que remontarse a la ya lejana muestra Bonnard, la alegría de vivir con la que Düsseldorf deslumbró a sus visitantes, y a las posteriores de Lausana y París (2006) para encontrar una retrospectiva que explorara el carácter único de su pintura con obras de equivalente calidad.

La Fundación Beyeler consiguió reunir 60 pinturas provenientes del Museo d'Orsay, el MoMA de Nueva York, la Phillips Collection de Washington, la Kunsthaus de Zurich y prestigiosas colecciones particulares, para explorar la obra de quien -junto a Maurice Denis, Edouard Vuillard y Paul Sérousier- integrara el mítico movimiento de los Nabis, admiradores de la pintura de Gauguin y la estampa japonesa.

Esta sorprendente muestra ha sido estructurada siguiendo paso a paso en orden temático. Comienza por su mirada hacia la calle -la Place Clichy, les Grands Boulevards, los puentes sobre el Sena- para sumergirse luego en los interiores. El comedor y su uso cotidiano, en memorables ejemplos como El mantel a cuadros rojos, los luminosos jardines en Normandía y la Costa Azul, los desnudos en el baño, temática fundamental de Bonnard, en la que éste explora la luz y el movimiento de Marthe, su esposa y modelo.

Pocas veces como en este caso ha sido homenajeado este colorista excepcional con la amplitud que su importancia merece.

Hasta el 13 de mayo.

Paris

Musée Jacquemart-André

El crepúsculo de los faraones. Los amantes del arte egipcio deberán agendarse esta muestra si visitan París, porque seguramente se trata de un acontecimiento único en este año. Por primera vez se reúnen notables piezas de grandes colecciones privadas y de veinte museos -entre ellos, el Louvre, el Metropolitan y el Brooklyn Museum de Nueva York, el British Museum de Londres, el Kunsthistorisches Museum de Viena, y el Ägyptisches Museum de Berlín- para explorar los diez siglos que van desde el final del tercer período intermedio y el Egipto Ptolemaico, cuando en el 30 a.C. se convirtió en provincia romana.

Las 140 piezas que componen la muestra -esculturas, sarcófagos, máscaras funerarias, elementos votivos y joyas de tumbas reales- están exhibidas temáticamente y muestran la riqueza y diversidad del arte egipcio en sus últimas diez dinastías. De todas esas maravillas hay una que tal vez se convierta en el punto más alto de la muestra: la excepcional Cabeza Verde, de 21 centímetros, realizada hacia el 400 a.C. y que Berlín presta por primera vez. Los faraones, el mundo de los dioses, el reino de los muertos y la representación del cuerpo en la estatuaria egipcia revelarán aspectos sin duda poco conocidos para el gran público.

Del 23 de marzo al 23 de julio.

Bonn

Kunst-und Ausstellungshalle der Bundesrepublik Deutschland

Elogio de la locura. Locos, artistas, santos. Una de las muestras más insólitas y a la vez más enigmáticas y cuestionadoras que nos depara este 2012. En ella se explora el papel y la posición social de los visionarios en diversas civilizaciones a lo largo de la historia. A través de fascinantes ejemplos del Antiguo Egipto, el Lejano Oriente y Oceanía, pero también de obras del barroco europeo, pasando por el modernismo hasta nuestros días, quien visite la muestra descubrirá que, más allá de evidentes diferencias, todas las sociedades reservan un lugar destacado para quienes trascienden las limitaciones impuestas y logran encarnar el papel de mediadores entre la sociedad y el poder sobrenatural, entre la salud y la enfermedad. Entre la razón y la locura, de eso se trata. Aquí conviven íconos religiosos, esculturas africanas, pinturas medievales, voluptuosos aquelarres del Carnaval, con médicos, chamanes, fetiches, charlatanes y adivinadores, que invitan a reflexionar sobre paralelismos entre nuestras tradiciones y las que percibimos como ajenas.

Del 31 de agosto al 2 de diciembre.

Por Edgardo Kleinman

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