Alerta política en Valparaíso
VALPARAISO, Chile.- "Un retiro unilateral del acuerdo (de los hielos continentales) sería un gesto que dañaría las relaciones entre la Argentina y Chile."
Con esta advertencia, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Chile, Jaime Gazmuri (Partido Socialista), invitó ayer al gobierno de Carlos Menem a iniciar conversaciones oficiales con su par trasandino, Eduardo Frei. El tema deberá ser la nueva alternativa para el litigio por los Hielos, que difundieron en Buenos Aires diputados de la Alianza y del PJ, y que aquí resulta desconocida.
Pero Gazmuri fue más lejos y, ante La Nación , calificó al eventual retiro del proyecto de la poligonal que pretenden los legisladores como "un grave error, un mal gesto de la Argentina en las relaciones con su país hermano".
Las apreciaciones del senador socialista no sonaron descabelladas en el edificio del Congreso nacional. Tampoco fueron aisladas, ya que las pronunció luego de un encuentro de dos horas con sus pares de la comisión, a la que asistió especialmente el canciller José Miguel Insulza, quien asintió los conceptos de Gazmuri, aunque en silencio.
Molesto por la difusión de una presunta negociación entre legisladores argentinos y chilenos que aseguró desconocer, Insulza sostuvo ante La Nación : "Mientras no haya una propuesta oficial del gobierno argentino, en Chile, no se estudiará ninguna otra". Y aclaró: "Pero el hecho de que finalmente exista una propuesta oficial no significa que vayamos a cambiar nuestra postura, sino que solamente la vamos a estudiar".
El canciller reiteró que para Chile todavía tiene vigencia el acuerdo de Campos de Hielo (hielos continentales) firmado en 1991 entre Menem y el ex presidente Patricio Aylwin y ratificado, con un acuerdo protocolar, entre el presidente argentino y su par chileno, Eduardo Frei.
"El tema del que se habla ahora (la alternativa propuesta por los diputados argentinos y el reciente proyecto de declaración aprobado por la Cámara baja para que el gobierno de Menem retire el acuerdo de hace casi siete años) es un problema puro de los argentinos. Ellos tienen muchas dificultades para aprobar el tratado y, por lo tanto, están buscando nuevas alternativas. Pero, repito, es un problema sólo de ellos", reiteró Insulza.
-Usted mantiene conversaciones con el canciller Guido Di Tella. ¿Qué opina de la propuesta de los diputados argentinos, ya que ellos habrían trabajado con un técnico de la Cancillería? , preguntó La Nación a Insulza.
-No la conozco, naturalmente. Usted debe imaginarse que siempre nos mantenemos informados. Es así, pero en este caso soy completamente un ignorante de todo el asunto", respondió el canciller, entre irónico y enojado.
El compromiso
En las dos horas que duró la cita con los senadores (por la tarde , Insulza repitió el encuentro con los diputados, a quienes informó sobre los detalles del acuerdo de 1991), el canciller chileno obtuvo apenas un compromiso: los cinco miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta le prometieron que no se resistirán "solamente a analizar" una posible nueva vía alternativa de solución al litigio limítrofe.
La promesa fue unánime, pero tuvo diferentes matices según quienes la formularon. Por ejemplo, Gazmuri adelantó que estudiaría otra iniciativa, pero reiteró que, a su juicio, el controvertido acuerdo Menem-Aylwin "sigue siendo la mejor forma" de poner fin al diferendo.
Desde el sector opositor, que reúne a los denominados senadores designados, provenientes del área militar, el ex comandante en jefe de la Armada y opositor a la política de Frei Jorge Martínez cuestionó "la injerencia de parlamentarios en temas diplomáticos". Romero dijo a La Nación que si bien se plegará a la decisión de la comisión, personalmente no está dispuesto a "estudiar nada", máxime si no tiene el aval del gobierno, condición que antepusieron todos los senadores.
"Si los parlamentarios argentinos quieren venir, que vengan. Aquí los vamos a invitar con un copetín, pero no hablaremos de temas que deben tratar los presidentes de la ambas naciones y sus cancilleres", expresó Romero, en lo que fue un intento para ilustrar la importancia que tiene para su comisión una propuesta que todavía no logra el respaldo del gobierno de la Argentina.
Según el senador Andrés Chadwick, de la también opositora Unión Democrática Independiente, hay "negligencias del gobierno chileno al defender su soberanía frente a la Argentina". Con el mismo tono crítico, agregó que el acuerdo de 1991 "está totalmente congelado", por lo que consideró que el tema debería retomarse más adelante. Es decir, para tiempos no electorales, ya que el año próximo en ambos países se sentirá el clima proselitista.
Una postura similar evidenció el senador Jorge Romero, de Renovación Nacional, quien sin embargo, y al igual que los demás, se plegó al compromiso que logró Insulza.
La brecha más amplia entre las posturas de los cinco senadores y el canciller fue marcada por Gabriel Valdés, de la democracia cristiana, quien estimó que quizá sea necesaria una mediación papal en el conflicto limítrofe. No logró adeptos.
En verdad, los legisladores chilenos -así como el gobierno trasandino- parecieron dejar ayer el centro de la escena a sus pares argentinos, a quienes aguardan la semana próxima.
La ciudad más austral
El director de Turismo de Ushuaia (capital de Tierra del Fuego), Julio Lovece, aseguró ayer que nunca se pensó en transferir la categoría de Ushuaia como "la ciudad más austral del mundo" a la chilena Puerto Williams.
Lovece, quien integra la Comisión de Turismo del Comité de Frontera, que componen funcionarios argentinos y chilenos, dijo ayer que "de ninguna manera" en la última reunión mantenida por ese cuerpo se analizó la posibilidad de la transferencia de la categoría de ciudad más austral, tal como se informó en algunos medios provinciales y nacionales.
Ciudad pequeña
La ciudad de Puerto Williams tiene para Chile una ubicación estratégica, ya que se encuentra a mitad de camino entre Ushuaia y las islas Lennox, Picton y Nueva. La Argentina y Chile, en 1978, mantuvieron un conflicto que terminó en 1984, por mediación del Vaticano, con la firma del Pacto de Paz y Amistad entre los entonces presidentes Raúl Alfonsín y Augusto Pinochet.
A partir de la firma de ese pacto, esta pequeña ciudad, donde en la actualidad viven 2500 personas, se convirtió en una base militar: se construyó una pista de aterrizaje para aviones militares, un puerto para el amarre de grandes buques y lanchas patrulleras que recorren la línea divisoria.
Según había trascendido en algunos medios provinciales y nacionales, la decisión de declarar a Puerto Williams la ciudad más austral del mundo se había tomado en la reunión del Comité de Frontera, integrado por representantes de ambos países, en Punta Arenas (Chile).
Sin embargo, el titular de ese comité explicó que "Ushuaia es la ciudad más austral del mundo y no la chilena Puerto Williams", situada 100 kilómetros al sudeste de la capital fueguina, ya que ésta es un poblado de unos 2500 habitantes.
"Lamento que esta información haya surgido de medios locales que han especulado con vender más", señaló Lovece, al referirse a la información que sostenía que Ushuaia dejaría su slogan para cederlo a una localidad chilena.
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