Alivio oficialista por el pacto en el Congreso

La profunda preocupación por el futuro económico del país, intereses vinculados con reclamos provinciales y la necesidad de sumar protagonismo político. Una mezcla de estas tres motivaciones selló desde ayer en la Cámara baja un pacto de gobernabilidad de los diputados de la Alianza con el cavallismo y el Bloque Federal.

La decisión de cavallistas y provinciales de aprobar rápidamente las medidas económicas que impulsó el Gobierno fue el puntapié inicial de este acuerdo, que, según sus protagonistas, se limitará al escenario legislativo y no se trasladará al Poder Ejecutivo.

Pero, en rigor, el pacto legislativo de la bancada oficialista y de un grupo conformado por 25 diputados opositores (11 de Acción por la República y 14 del Bloque Federal) apunta a la resolución negociada de otros compromisos mayores: en lo inmediato, la aprobación del proyecto de ley de presupuesto nacional de 2001 y, hacia futuro, el impulso de un eventual paquete impositivo promovido por el cavallismo.

El acuerdo colocó en una postura de oposición extrema al bloque de diputados justicialistas, que hasta ayer se mostraba crítico a las medidas económicas del Gobierno y más cercano a las expresiones de Eduardo Duhalde o Carlos Ruckauf, que deslizaron la necesidad de elecciones anticipadas.

La decisión de los diputados de Acción por la República y del Bloque Federal de partidos provinciales de aprobar en forma urgente el paquete de medidas económicas se acordó anteayer en un almuerzo realizado en el Museo Renault. Allí se habló de la preocupación expuesta por operadores de Wall Street ante una crisis de mercado en la Argentina. Inmediatamente se avanzó en negociaciones con la Alianza, que culminaron con la aprobación de un dictamen unificado (de lo que se informa por separado).

Como era de esperar, en el pacto de gobernabilidad cada uno de los sectores sigue su propio beneficio:

• Los cavallistas. Desde este sector, el interés por apoyar las medidas de Machinea atendió a la necesidad de no dejar caer la convertibilidad por ser ésta una creación del ex ministro de Economía. A la vez, se especuló con alcanzar una mejor posición política de Cavallo. También se prevé la posibilidad de armar un equipo de legisladores y asesores en materia tributaria para impulsar, hacia marzo próximo, un proyecto de ley de reforma impositiva. Esta iniciativa, que sería dialogada con el Gobierno, apunta a simplificar el sistema tributario argentino y eliminaría los gravámenes distorsivos.
• Los provinciales. A estos 14 diputados los motiva la necesidad de modificar el presupuesto de 2001 en lo que hace al controvertido recorte del subsidio a los combustibles de la Patagonia y al fondo del tabaco. "Apuntamos a promover un presupuesto austero, pero que no perjudique a las provincias", señaló a La Nación el diputado Carlos Balter (Demócrata de Mendoza).

Este grupo estaría cerrando un acuerdo con el Ministerio de Economía para evitar un recorte en los combustibles y el tabaco. Para compensar la anulación de esa poda se achicaría el presupuesto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y las partidas de publicidad del Gobierno, y buscarían una redistribución de los fondos recaudados por el Registro del Automotor y por el Registro Nacional de Armas.

• La Alianza. Los diputados aliancistas lograrían una aprobación inmediata de las medidas económicas y tendrían un holgado apoyo en el recinto para la aprobación del presupuesto de 2001. La eventual fuga de votos del Frepaso en aquel artículo que impone una continuidad del recorte al salario estatal sería compensada con el apoyo de cavallistas y provinciales en ese punto. Hacia el futuro, podrán pensar en una Cámara de Diputados propensa a aprobar leyes con comodidad y sin las trabas de una oposición obstruccionista.

El único punto que amenaza con quebrar en lo inmediato el pacto de gobernabilidad es el tratamiento del proyecto de ley que dispone la revisión de las condenas de los presos de La Tablada. Esta propuesta será rechazada por cavallistas y provinciales.