Incómodo, Axel Kicillof buscó bajarle el tono a la polémica entre Alberto Fernández y Sergio Berni
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, buscó hoy bajarle tono a la polémica entre el presidente Alberto Fernández y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. En una entrevista con Radio Con Vos, Kicillof dijo que no pretendía "alimentar" la controversia porque el trabajo coordinado con el gobierno nacional en esa área está "funcionando muy bien".
El mandatario provincial habló por primera vez sobre el cruce entre el jefe del Estado y su funcionario que dejó al descubierto las diferencias en el oficialismo en materia de seguridad y de lucha contra el delito.
"No voy a alimentar la polémica porque no la hay en términos de trabajo. Hubo una reunión de los ministerios de Seguridad de Nación y provincial para coordinar las acciones en conjunto, el despliegue de las fuerzas federales en la provincia", respondió el gobernador al ser consultado sobre la disputa entre Fernández y Berni.
Incómodo ante la pregunta, Kicillof negó que existan diferencias en el Frente de Todos: "Hemos demostrado en la campaña y en el gobierno que estamos trabajando con toda esta batería de problemas de forma coordinada y armónica".
Además, se quejó de las interpretaciones periodísticas sobre las internas en el oficialismo. "Les quito importancia [a las opiniones en los diarios] porque estamos trabajando con todos los ministerios de la Nación muy bien", insistió.
"No estoy echando la culpa [a los medios], es mi punto de vista. Creo que hay una coordinación y una acción en conjunto que está funcionando bien. Después podrá haber opiniones, tienen toda la libertad", agregó.
Anteayer, el ministro de Seguridad bonaerense puso en tela de juicio la firme defensa que el Presidente hizo de la ministra nacional del área, Sabina Frederic. "Nadie es dueño de la verdad absoluta", lanzó Berni.
El funcionario expuso las discrepancias un día después de que el Presidente le pidiera que se ocupe de los problemas de la provincia y de que dijera que su ministra expresa lo que él cree que hay que hacer en materia de seguridad. Lejos de optar por el silencio, Berni dobló la apuesta: "Está muy bien que así sea y es lo lógico, pero eso no significa que la ministra exprese lo que pensamos la mayoría de los bonaerenses".
Ese desafío causó malestar en la Casa Rosada, donde se esperaba que Kicillof llamara la atención de su ministro.