Capitanich deja una gestión llena de traspiés y encontronazos
Aunque se le reconoce capacidad de trabajo, tropezó con varios miembros del gabinete
Los resultados de la gestión de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete se podrían medir con un ejemplo simbólico: ingresó en noviembre de 2013 como un presidenciable, para anotarse en la carrera de los grandes candidatos de 2015, y regresó ayer a la gobernación de Chaco, como candidato a intendente de Resistencia.
En estos 16 meses pasaron muchas cosas. Para sus detractores, Capitanich pasará a la historia como el vocero más desautorizado y desmentido por su propio gobierno y, a veces, por la realidad.
Pero en Balcarce 50 se lo rescataba ayer como un verdadero "ministro coordinador" entre varias carteras, con "gran capacidad de trabajo".
La Presidenta lo reivindicó por eso mismo. Sin embargo, los resultados fueron negativos. Capitanich anunció al asumir que eliminaría el déficit fiscal y lograría un superávit en 2014 de 2,5% del PBI. Pero el rojo no sólo se mantuvo, sino que creció hasta el orden del 7 por ciento.
Tuvo fuertes encontronazos con el ministro de Economía, Axel Kicillof; con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y con La Cámpora, que dirige Máximo Kirchner. Quizás porque proponía una drástica reducción de gastos, de subsidios y subas de tarifas. Fue su gran pelea perdida.
También quiso eliminar gastos en Fútbol para Todos y convocó al productor televisivo Marcelo Tinelli para sanear la televisación del fútbol con publicidad privada. No pudo. La Cámpora lo acusó de quemar las banderas de Néstor Kirchner y de Cristina, y pactar con el Grupo Clarín y Torneos, a quienes acusaban de ser "los secuestradores de los goles". Tinelli fue echado del proyecto.
La salida de Capitanich quedó sellada cuando hace un mes rompió ante las cámaras un ejemplar del diario Clarín para desmentir una noticia que finalmente se confirmó como cierta. Fue su peor paso en falso. Y la Presidenta desde China comenzó a apurar su salida.
Según pudo saber LA NACION, el objetivo de Cristina es doble: por un lado, dejar a Capitanich que busque apuntalar al PJ en Chaco, como candidato a intendente, para que empuje la boleta del candidato a gobernador.
Por otro, darle al Gobierno en su último tramo mayor capacidad de gestión política, de pelea contra la oposición, los jueces y la prensa. Y mayor facilidad de comunicación, para lo cual Aníbal Fernández ya había comenzado a superponerse con Capitanich. En eso el "Coqui" había fallado por el contenido de sus mensajes como por su oratoria recargada de tecnicismos, muletillas y frases rebuscadas.
En cambio, al jefe de Gabinete saliente se le reconocen en el Gobierno buena gestión administrativa de los expedientes, coordinación entre ministerios y buena interlocución con los gobernadores. Ahora volverá a ser uno de ellos.
Los traspiés de Capitanich no fueron pocos. En diciembre de 2013, anunció que el Gobierno enviaría la Gendarmería a Córdoba para resolver la crisis policial y luego fue desautorizado por Zannini. Finalmente, la crisis se propagó a todo el país y la Casa Rosada envió a los gendarmes.
Se hizo cargo del discurso oficial y no se privó de denunciar cuantas veces pudo "ataques despiadados y golpismo activo" de la prensa y del Poder Judicial.
También anunció "204 objetivos y 272 metas" para 2014, pero nunca rindió cuentas de ellos. En enero de ese año informó sobre un aumento al impuesto de bienes personales y Kicillof lo desautorizó.
Negó las pistas clandestinas del narcotráfico en el interior, pero el secretario de Seguridad, Sergio Berni, terminó confirmando ante el Congreso unas 500. Presentó un acuerdo de rebaja de precios en 18.000 medicamentos y nunca se hizo efectivo.
Anunció que el Gobierno importaría tomates de Brasil para evitar faltantes y luego sufrió la marcha atrás del Gobierno. Habló de cortes de luz programados hace dos veranos y fue negado por Julio De Vido (Planificación), que ya lo había corregido cuando habló de aumentos de tarifas.
También desestimó varias veces la inflación del 40% y denunció que las críticas de la prensa al Gobierno durante el último verano obedecían a un interés avieso para ocultar el éxito de afluencia de turistas a Mar del Plata. Así, su figura se fue diluyendo hasta quedar atrapada en un fuerte descrédito.
Frases que dejó el jefe de Gabinete
16-12-2013
"Hay un efecto contagio. Aumenta la leche y otros servicios aumentan, por ejemplo, el corte de cabello"
13-1-2014
"La seguridad es competencia de las provincias"
1-9-2014
"Queremos saber la verdad, si va a haber tomates o no"
10-9-2014
"La erradicación de la pobreza ha sido abrupta"
7-1-2015
"Se trata de un caso aislado que, a su vez, es un hecho lamentable [sobre la muerte de un niño por desnutrición]"
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