De la Rúa: "Hemos salido a defendernos"
El Presidente habló por primera vez de las nuevas medidas económicas; negó una devaluación
El presidente Fernando de la Rúa justificó anoche el decreto que limita las extracciones de dinero en efectivo de los bancos. Se trata, dijo, de una medida tendiente a "evitar maniobras como las del viernes" último, cuando miles de personas se agolparon en los bancos para retirar sus fondos por temor a una corrida bancaria.
En un mensaje de dos minutos y veintitrés segundos, que había grabado una hora antes de su emisión en la quinta de Olivos, De la Rúa denunció que la Argentina fue víctima de "un ataque especulativo", y afirmó que tomó "medidas urgentes para conjurarlo", porque es su "deber preservar la economía y el patrimonio de los más débiles, sus salarios y jubilaciones".
Luego de insistir en que "no hay devaluación y se mantiene la convertibilidad", De la Rúa afirmó: "Hemos salido a defendernos. Todos debemos ayudar". Luego dedicó un párrafo de su breve mensaje a la concertación nacional: "Antes convoqué a todos los sectores del país. Vamos a reunirnos. Les he informado de las decisiones. Hoy la unidad nacional es más necesaria que nunca", dijo, en su primera aparición pública a 24 horas de anunciadas las nuevas medidas.
De la Rúa había agregado la referencia a la unidad nacional luego de llamar por teléfono al ex presidente Carlos Menem, a quien explicó las últimas medidas (sobre lo que se informa por separado). Con traje azul y corbata rojo furioso, la misma que sus asesores le aconsejan vestir para dar una imagen de poder y de dominio de la situación, el Presidente recordó que "el viernes culminaba con éxito la primera etapa" del canje de la deuda que beneficiaría al país con un "ahorro de 3500 millones de pesos por año: un resultado espectacular".
Ganando batallas
"Estamos ganando la batalla", aseguró, levantando el puño derecho, con la bandera argentina a sus espaldas. Detrás de las cámaras lo escuchaban el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo; el ministro de Turismo, Cultura y Deportes, Hernán Lombardi, y el vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac.
En una modalidad que viene empleando desde que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, asumió en su cargo, De la Rúa dijo que había instruido al titular de Hacienda para que explicara a continuación "los detalles técnicos" de las medidas.
El Presidente redactó el mensaje "de puño y letra", según explicó anoche uno de los testigos de la grabación. Después, Gallo lo leyó y le marcó algunas sugerencias en el margen.
La redacción del discurso comenzó después del almuerzo, que De la Rúa compartió con su hermano, el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa.
En el Gobierno se preparaban ayer para "la semana más dura desde que De la Rúa asumió" el poder, en las palabras de un funcionario de la Casa Rosada.
En parte para distribuir entre ministros y secretarios de Estado, en parte para calmar la ansiedad de un domingo plagado de nubarrones, el vocero Baylac se sentó ayer a escribir un paper interno con un conjunto de ideas "para unificar el discurso en el Gobierno". Ese documento rescata al menos dos puntos que fueron mencionados por De la Rúa en su breve mensaje de anoche:
- Protección: el Gobierno tomó las nuevas medidas económicas para "proteger" los salarios y las jubilaciones.
- Dignidad y mística del pueblo argentino: ante los "ataques especulativos" del sector financiero que pretenderían dar por tierra con la convertibilidad.
Anoche, un extraño cambio de tono se hizo notar entre los principales funcionarios del Gobierno. Lejos de la mesura impuesta desde el principio por De la Rúa, algunos hablaron de "semana caótica": "La gente no sabe ni cómo va a pagar el alquiler", se quejó un hombre que tiene su despacho en la Casa de Gobierno.
El ministro de Trabajo, José Gabriel Dumón, confesó a LA NACION su temor de que "mañana (por hoy) se repitan las maniobras especulativas del viernes".
Baylac, en tanto, admitió en diálogo con LA NACION, que "esta semana es la más difícil en lo que va de la gestión. Si salimos de ésta, el país va a ser otro", dijo. Y concluyó con una frase de Perón: "Va a tronar el escarmiento" para los especuladores.