Disputas por el caso Odebrecht
El juez federal Sebastián Casanello rechazó ayer declararse incompetente en la causa que investiga irregularidades por sobreprecios en dos plantas potabilizadoras de AySA, la empresa pública de aguas, una trama en la que está involucrada la constructora Odebrecht.
El juez rechazó el pedido de inhibitoria que le había solicitado su par Marcelo Martínez De Giorgi, quien investiga coimas en el soterramiento del tren Sarmiento, otra de las causas que salpica a la firma brasileña en la Argentina.
El juez entendió que la suya era la investigación más avanzada y en la que ya se llamó a distintos sospechosos de la maniobra a declaración indagatoria, en donde hay ex funcionarios, pero también poderosos empresarios.
Casanello también sostuvo que hacer una megacausa iba a significar una gran demora y puso como fundamento un fallo de la Cámara Federal en el expediente contra el empresario Lázaro Báez diciendo que "en causas tan grandes, la etapa de recolección de pruebas convenía hacerla por separado".
Había sido el propio gobierno el que promovió la unificación de los expedientes en el juzgado de Martínez De Giorgi, a través de un pedido de la Oficina Anticorrupción, también querellante en la causa de AySA.
El pedido fue apoyado por Odebrecht, mientas que la diputada Margarita Stolbizer, como "amicus curiae" (amiga del tribunal), entendió que debía seguir en lo de Casanello.
El fiscal Federico Delgado había avalado la unificación, aunque no dijo en qué juzgado.
Si Martínez De Giorgi insiste en la unificación de las causas, tendrá que resolver el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, quién se queda con la megacausa.
El juez Daniel Rafecas, a cargo de la investigación por la construcción de gasoductos, ya se había desprendido de parte del caso Odebrecht, pero se quedó con una parte de esa causa. En los últimos días, justamente, llamó a indagatoria al ex ministro de Planificación y diputado Julio De Vido.