Duro mensaje de Zannini a la militancia de cara a la sucesión
Reclamó unidad, acusó a los medios y llamó a “interpelar” a los candidatos del kirchnerismo; cerca de 10.000 militantes se congregaron en el Mercado Central a 11 años del triunfo de Kirchner sobre Menem
En momentos en los que el peronismo comenzó a debatir la sucesión presidencial, el kirchnerismo escenificó ayer una fuerte muestra de unidad como antesala de la discusión por las candidaturas para 2015.
El plenario de la militancia convocado en el Mercado Central por las organizaciones políticas más cercanas a Cristina Kirchner sorprendió por la presencia de casi todos los aspirantes a heredar a la Presidenta, entre ellos Daniel Scioli y Sergio Urribarri, buena parte de los intendentes del conurbano y todo el gabinete nacional, que expusieron una postal de la unidad.
Dispuesto a dar pelea para el próximo turno electoral, el oficialismo convocó a una gran movilización a las puertas de la Casa Rosada para el próximo 25 de mayo, anunció que replicará estas jornadas en todo el país y condicionó al futuro candidato del espacio a mantener vigentes los ejes centrales de la política oficial.
"Tenemos que interpelar a los candidatos que aparezcan: qué van a hacer con la asignación por hijo, con YPF, con el empleo", lanzó como consigna el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, a cargo del cierre del acto que al atardecer juntó a cerca de 10.000 militantes en el Mercado Central de La Matanza.
Fiel intérprete del mensaje presidencial, el funcionario llevó la voz de Cristina Kirchner en lo que fue el homenaje que hizo Unidos y Organizados por los once años de la elección en la que Néstor Kirchner entró a la segunda vuelta contra Carlos Menem en 2003. Con un duro discurso, Zannini insistió en cuestionar a los medios, cargó especialmente contra Clarín y apuntó que los "poderes concentrados todos los días quieren voltear al Gobierno".
Scioli fue el encargado de abrir el debate en un acto al mediodía que compartió con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el intendente de La Matanza y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. "Éste es el momento de estar unidos por la soberanía popular, por una mejor redistribución", sostuvo el gobernador, en palabras calcadas del discurso oficialista. No estuvo en el cierre, al que, más astuto, se quedó Urribarri, otro de los postulantes ya anotados en la carrera presidencial. La ausencia más notoria fue la del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Aunque avisó de antemano que no podría estar por un compromiso familiar, fue el único de los presidenciables que se mantuvo alejado.
El mensaje central lo llevó Zannini, que apareció ante el atril con una libreta de tapas negras, la misma que llevó a la negociación con Repsol por la expropiación de YPF. Lejos de hacer un discurso convocante hacia el resto de los sectores que no adhieren al oficialismo, el funcionario les habló a los convencidos. Sus duras palabras contrastaron con el espíritu de la jornada, en la que por primera vez el kirchnerismo invitó a debatir. Zannini consideró que en la oposición están "las caras gastadas" de quienes hicieron "desastres con el país" y cargó fuerte contra la prensa. "Serán presas de una gran adicción", adoctrinó, en referencia a "aquellos candidatos que intenten llegar por los medios". Cuando parecía que la propia Presidenta había dejado atrás la polémica, Zannini retomó su duro mensaje hacia Clarín e insistió en sostener que los hijos de Ernestina Herrera de Noble habían sido apropiados durante la dictadura.
Para homenajear a Néstor Kirchner, apuntó que haber llegado a aquel ballottage fue "un grano en el culo" para los poderes concentrados y lo calificó como un "irreverente", de personalidad "transgresora", de "meta y ponga".
Como consigna, el hombre más cercano a Cristina pidió no buscar candidatos, sino interpelarlos. Traducido: el Gobierno intentará condicionar al próximo postulante a mantener los ejes centrales del kirchnerismo para que sea parte del espacio. Así lo explica Luis D'Elía: "Scioli será parte de este espacio en tanto y en cuanto acepte estas condiciones", dijo a LA NACION sobre el sentido de la convocatoria de ayer.
El debate militante comenzó al mediodía, con diez mesas en forma simultánea que contaron con la participación de ministros como Axel Kicillof o Carlos Tomada, intendentes, referentes sindicales y hasta empresarios, entre ellos Carlos Lascurain.
De la discusión, prometen, saldrá un documento que se nutrirá de otras jornadas iguales en el resto del país. La de ayer fue sólo para la Capital y el conurbano.
Lejos de hablar de fin de ciclo, el Gobierno promueve estos foros para mostrar un espacio cohesionado y en debate. "Vamos a ser gobierno en 2015", insistió el diputado y líder de La Cámpora, Andrés Larroque.
"No se consuelen con nada menos de lo que puedan hacer", apuntó Zannini y, apelando a frases escritas, convocó a la juventud a "construir puertas y no muros".
No sonó la marcha peronista, sino sonaron los hits tradicionales de la militancia oficialista, pero el funcionario se reivindicó como parte del PJ. "Acá hay muchos que no la cantan, pero miren que yo sí, eh", aclaró.
En momentos en los que quedó en el centro de la escena por la causa que involucra a su segundo, Carlos Liuzzi, por supuesto enriquecimiento ilícito, no fue casual que el discurso de Zannini se centrara en los medios. "Quieren que lleguen otros candidatos para sacarles lo que no les dimos nosotros", abundó en sus referencias, y consideró que Magnetto es "enemigo de la democracia". En el escenario se habían dispuesto dos gradas para los referentes de todas las organizaciones convocantes, como La Cámpora, el Movimiento Evita, Kolina, Miles, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante, Frente Transversal, Tupac Amaru, La Corriente o Vatayón Militante, entre otras. Fueron pocos los que se mostraron efusivos y con entusiasmo ante las partes más cargadas hacia los medios de discurso del hombre más cercano a Cristina.
- La sorpresa
El vicepresidente Amado Boudou reapareció ayer en el acto en el Mercado Central. Sorprendió que no se lo vio sobre el escenario para el cierre de la jornada que concentró a los máximos referentes del cristinismo. En declaraciones que hizo durante la tarde, Boudou pidió "levantar la calidad del debate político en la Argentina" y señaló que el kirchnerismo "hizo que muchos de nosotros nos mostremos ante la sociedad con capacidad de gestión"
- El ausente
Florencio Randazzo fue el gran ausente del día. Después de que la semana pasada admitiera que hay inseguridad contradiciendo el discurso oficial, el ministro del Interior y Transporte faltó, aunque con aviso. Según dijeron sus allegados, tenía un compromiso familiar fuera de la Capital y les había avisado a los organizadores. Scioli y Capitanich pasaron aunque sea un rato. Randazzo, no
Del editor: qué significa.
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