El argentino provoca un fuerte debate en el PJ
La nueva moneda, que llegaría a una emisión de 3000 millones de pesos, provocó una fuerte polémica antes de nacer.
Según el senador justicialista chaqueño Jorge Capitanich, el presidente Adolfo Rodríguez Saá habría manifestado ciertas dudas sobre la conveniencia de avanzar en la tercera moneda a su predecesor, el titular provisional del Senado, Ramón Puerta.
El senador dijo que en una reunión desarrollada el miércoles entre Puerta y Losada, el primer mandatario admitió las desventajas del argentino.
Más aún, Capitanich consideró que "un gobierno de transición debe preocuparse primero por reconstruir la autoridad política, después obtener el presupuesto y luego brindar ayuda social; eso es suficiente".
Sin embargo, ayer por la tarde, una fuente de la Casa de Gobierno desmintió terminantemente que vaya a darse un paso al costado respecto de este proyecto. "El Gobierno sigue trabajando tal cual estaba previsto para que el argentino esté circulando en el país en los próximos días", indicó el colaborador de Rodríguez Saá.
Al respecto, la fuente desmintió que la forzada renuncia del efímero titular del Banco Nación, David Expósito, refleje un cambio oficial respecto del argentino. Expósito fue echado por el Presidente a 48 horas de asumir por opinar que había que emitir 15.000 millones en argentinos, una medida que habría provocado una hiperinflación en una semana, según economistas y diputados.
El propio presidente indicó que el proyecto seguirá su trámite legislativo y precisó que su emisión se ajustará a los requerimientos de los organismos multilaterales de crédito.
Pero la postura de Puerta y Capitanich no es la única en contra de la nueva moneda. Desde el menemismo, un economista consideró que "es un disparate" crear el argentino, dado el descrédito con el que arrancaría.
"Hay que imprimir más Lecop y no jugarse a pensar en una ley para reformar la carta orgánica del Central", dijo el analista, en referencia al trámite legislativo que requeriría el nacimiento del argentino.
Desde el peronismo bonaerense la postura es similar: los principales referentes económicos del distrito preferirían que se extendiera la emisión de Lecop antes de permitir la creación de una nueva moneda. En este sentido, el economista Martín Redrado dijo a LA NACION que el argentino "sólo tiene sentido si se acompaña con reformas estructurales". Admitió que los primeros pasos del proyecto condicionan su éxito.
"Así como se explicó, nacerá rengo", dijo el economista de la Fundación Capital.
Más contundente, un analista de un banco de inversión de Wall Street indicó desde el anonimato que la sociedad reaccionará de mal modo cuando compruebe que la nueva moneda tira para abajo sus ingresos. Será una moneda sin garantía real que sólo tendrá como valor de referencia dos divisas que están encerradas dentro del "corralito", apuntó.
Aunque el Gobierno cree que el proyecto acotaría el riesgo de devaluación al argentino, en el sector financiero se considera que la expectativa de una depreciación del peso aumentará a medida que caigan las reservas del Banco Central, con corralito o sin él.
Golpe al argentino
"El Gobierno de transición debe preocuparse por reconstituir la autoridad política, obtener la aprobación del presupuesto y brindar asistencia social; una tercera moneda es un tema muy complicado para tan poco tiempo de gestión."
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