El Gobierno decidió redoblar las alertas para el G-20 tras los ataques con explosivos
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LA NACIONPaz Rodríguez Niell
El ministro de Justicia, Germán Garavano , dijo hoy que el Gobierno va a "redoblar las alertas" en materia de seguridad después de los atentados de ayer en el cementerio de la Recoleta y la casa del juez federal Claudio Bonadio .
El ministro, a diferencia de otros funcionarios, sostiene que es prematuro asociar estos hechos al G-20, que reunirá en Buenos Aires a los principales líderes políticos mundiales y empieza en dos semanas. "Esta garantizada la seguridad del G-20 con un operativo con todas las variables analizadas desde hace meses. El Gobierno está tranquilo", dijo Garavano a LA NACIÓN. "Los dispositivos de seguridad son enormes y están en reserva", afirmó.
Desde hace semanas se reúne todos los lunes, en la Casa Rosada, una mesa de "seguridad nacional". De las reuniones participan el jefe de gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; Garavano; el ministro de Defensa, Oscar Aguad; el canciller, Jorge Faurie, y el jefe de la AFI, Gustavo Arribas.
En los operativos previstos tienen una fuerte intervención, también, otros países que participarán de la cumbre. Según informaron a LA NACIÓN fuentes al tanto de la organización, la mesa de seguridad nacional trabaja en coordinación con la provincia de Buenos Aires y, sobre todo, con la Ciudad, y tienen contacto con jueces.
"No consideramos los ataques de ayer como una amenaza [para el G-20], pero sí es un tema de preocupación. Eso implica redoblar las alertas y estar sumamente atentos", afirmó hoy Garavano.
El ministro sostuvo que era más probable que los ataques de ayer, por la fecha y los blancos, estuvieran relacionados con temas locales, como el debate por la ley de presupuesto, que con el G-20, y dijo que no se detectó que ninguno de los atacantes de ayer ni gente vinculada a ellos estuvieran planeando atentados a ejecutarse durante la cumbre.
Con menos vehemencia que la ministra Bullrich, Garavano sí confirmó que hay elementos para creer que los ataques "podrían estar conectados entre sí" y dijo que era preciso estar un atentos considerando que "hay gente dispuesta a poner en riesgo su vida", como fue el caso de la mujer internada después de la explosión en el cementerio.
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