El Gobierno reivindicó el acto del 25 de Mayo y criticó a la oposición

Con la euforia todavía visible tras el masivo acto oficialista en la Plaza de Mayo , el Gobierno aprovechó ayer para estirar las repercusiones del festejo de los 10 años del kirchnerismo en el poder.

A coro, tres funcionarios defendieron la manifestación de respaldo a la presidenta Cristina Kirchner que el sábado pasado celebró una década de gobierno con un festival y una fuerte movilización militante.

Con frases como "profetas del desánimo", la Casa Rosada respondió a quienes cuestionaron el acto. El ministro de Planificación, Julio De Vido, destacó que fue una "fiesta claramente popular", mientras que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, replicó que quienes cuestionaron el festejo prefieren "las fiestas del proceso" militar.

"Los profetas del desánimo están molestos porque lo que ocurrió ocurrió y lo vieron todos los argentinos, sin insultos, sin agravios, para festejar todo lo que se había logrado", sostuvo el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Tanto el ministro coordinador como De Vido y Parrilli compartieron un acto a la mañana en la Casa Rosada para anunciar obras en intendencias de La Rioja auspiciadas por Planificación.

"El primer día hábil después de la década ganada nos encuentra trabajando, haciendo acciones concretas, políticas públicas reales", agregó Abal Medina.

El jefe de Gabinete se sumó a la convocatoria a mantener el proyecto kirchnerista que hizo la Presidenta en su discurso del sábado transmitido por cadena nacional, en el que pidió trabajar por 10 años más y reclamó "empoderar al pueblo" con las conquistas sociales. "Que esta década ganada no quede como una excepción", pidió Abal Medina.

Sin dar nombres, Parrilli cuestionó a los críticos. Dijo que quienes no estaban de acuerdo con el acto preferían las fiestas de la dictadura. "Si a veces son presididas por los militares, mejor, al viejo estilo de lo que eran las fiestas patrias en la época del Proceso", consideró el funcionario, y dijo que como el kirchnerismo celebró con una "fiesta patria popular, empiezan a cuestionar".

Con la mira en las elecciones internas de agosto y las generales de octubre, De Vido, artífice del plan de obra para inaugurar en el período electoral, reinstaló la idea de que si el Gobierno pierde las elecciones lo va a sufrir el pueblo. "No vienen por nosotros, vienen por las conquistas logradas en estos diez años", vaticinó el funcionario.

"El otro camino es la antipolítica, son los neoliberales, que quieren eliminar todas nuestras conquistas, los planes sociales, las asignaciones universales, como lo han hecho históricamente", planteó, a tono con Cristina, que habló el sábado en el mismo sentido.

Por eso, ayer De Vido relanzó un plan quinquenal de obras de infraestructura de gran envergadura que emprenderá con los gobernadores, un viejo anhelo que ya había presentado el año pasado.

Reunión de la CGT oficialista

La "mesa chica" de la CGT oficialista que encabeza el metalúrgico Antonio Caló se reunirá hoy para determinar la estrategia que utilizará para "acelerar" las negociaciones con el Gobierno por el reparto de fondos de las obras sociales. El encuentro se realizará desde las 16.30 en la sede que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) posee en la calle Moreno 1300 de esta capital. Voceros de la central sindical afín a la Casa Rosada aseguraron que además "se reforzará" el pedido al Gobierno para que "no se cobre impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo" que se liquidará con el sueldo del próximo mes, además del reclamo pendiente por la universalización del salario familiar.