El nuevo protocolo sobre el aborto, una piedra en medio de una fuerte sintonía

El nuevo protocolo sobre el aborto encendió una señal de alerta en la fuerte sintonía que el flamante gobierno de Alberto Fernández venía encontrando en su relación con la Iglesia.

El gesto de sana convivencia que había transmitido la misa del domingo en Luján, con el abrazo entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, fue interpretado por los obispos como el logro político más relevante de los últimos años.

En el mismo sentido, la Iglesia quedó conforme con el tono del discurso de Fernández en el Congreso, en el que no solo citó varias expresiones de Francisco -referidas a los marginados y excluidos, los que padecen hambre y una política ambiental inspirada en la encíclica Laudato si'-, sino que ni siquiera mencionó el tema del aborto.

"Es una señal de que el aborto no es hoy una prioridad para el Presidente", intentaban tranquilizar ayer en sectores de la Iglesia, quizá para devaluar el protocolo reglamentado ayer por el ministro Ginés González García. En este caso, la fuerza de la fe -o la esperanza- prevalece sobre los hechos.

Como ya se dijo en varios medios, ni en la misa de Luján se habló de la defensa de las dos vidas ni en el Congreso se mencionó el aborto. Las miradas apuntan a gestiones del secretario de Culto y viejo conocedor del paño eclesiástico, Guillermo Oliveri. Pero el funcionario y los obispos lo niegan.

En el entorno de Oliveri señalan que el protocolo no impactará en la relación con la Iglesia, ya que el propio ministro de Salud había anticipado que lo reactivaría.

En ambos lados prefieren acentuar que la Iglesia mostró un decidido apoyo al plan del Gobierno para combatir el hambre, aun en plena campaña electoral. Incluso Fabiola Yáñez, la pareja de Fernández, se verá hoy con Francisco en un encuentro de la fundación Scholas en el Vaticano, junto con otras primeras damas de la región, como la mujer de Jair Bolsonaro.

"La Iglesia no va a modificar su posición sobre el aborto según los gobiernos. Es una postura conocida por todos, cualquiera sea el gobierno y las acciones que se emprendan", evaluó una fuente cercana al titular del Episcopado, Oscar Ojea.

Los obispos tendrán la oportunidad de abordar el tema el martes y el miércoles de la semana próxima, cuando se reúna la comisión permanente del Episcopado, integrada por unos veinte prelados.

Entre ellos estará el arzobispo de La Plata, Víctor "Tucho" Fernández, quien hace un mes pidió "dejar al Papa tranquilo" y anticipó el malestar por la decisión del entonces presidente electo de impulsar un proyecto de despenalización. Por ahora, el proyecto no se cristalizó y el protocolo incorpora algunos resquicios, como la objeción de conciencia, que lo harían quizá menos confrontativo.