
El Olimpo, un símbolo del terror
Era la cárcel policial clandestina donde torturó Julio Simón
1 minuto de lectura'
Las audiencias del juicio oral y público contra el ex policía Julio Simón, alias "El Turco Julián", permitieron ventilar los crímenes que tuvieron como escenario a una de las más emblemáticas cárceles clandestinas de la última dictadura: El Olimpo.
Situado en Lacarra y Ramón Falcón, en el barrio de Floresta, funcionaba allí la División de Automotores de la Policía Federal y, según consta en los informes de la Conadep (el organismo que investigó las desapariciones de personas en la Argentina), comenzó a funcionar como centro de detención el 16 de agosto de 1978. Allí padecieron los tormentos José Poblete y su mujer, Gertrudis Hlaczik.
Uno de los testimonios clave durante el juicio a Simón fue el del ex gendarme Omar Eduardo Torres, que participó de la represión en El Olimpo. "Había detenidos que no aguantaban la picana (...) Hemos sacado cadáveres del quirófano", relató durante una de las audiencias.
El testimonio de Torres forma parte de los 1092 casos recopilados por la Conadep. En ese informe, declaró que el interior de El Olimpo era como una prisión común y que eso que llamaban "el quirófano" era en realidad la sala de torturas.
Además de esa zona donde se producían las más graves vejaciones, El Olimpo tenía un laboratorio fotográfico, una enfermería, una sala de rayos X y otra de archivo y documentación.
Había filas de celdas en las que permanecían los detenidos y una cortina cumplía la función de puerta en los baños, con lavadero y duchas.
En su relato, Torres contó que los presos eran conducidos desde allí hacia un destino final en la Base Aérea El Palomar: "Todos eran subidos a aviones; por lo que comentaban luego, los arrojaban al mar".
1
2Claudio “Chiqui” Tapia nombró a Alberto Barbieri, exrector de la UBA, al frente de la “Universidad de la AFA”
3Allanan un barrio privado en Pilar en la causa por presuntos bienes ocultos de dirigentes de la AFA
4El juicio de los Cuadernos: se repasaron más de 50 descargos y comenzaron a declarar los arrepentidos

