El poskirchnerismo se inicia con unas PASO cargadas de incertidumbre
Las internas presidenciales concentran la atención con la puja que tiene a Scioli, Macri y Massa como protagonistas principales; la disputa bonaerense cobró atractivo por las denuncias y por la paridad; también se eligen candidatos a gobernador y legisladores
Después de doce años de gobiernos kirchneristas, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de hoy abren la puerta al inicio de la transición, en un contexto marcado por una fuerte incertidumbre y algo enrarecido por las denuncias y acusaciones cruzadas de los últimos días.
La sucesión de Cristina Kirchner será dirimida entre 15 postulantes a la presidencia, algunos de los cuales tendrán competencia interna dentro de frentes electorales, y muchos serán candidatos únicos, cuyo excluyente desafío formal será superar el piso del 1,5% necesario para formar parte de la grilla de las elecciones generales del 25 de octubre. Además, en todo el país habrá internas para diputados nacionales y legisladores del Parlasur (la principal novedad de esta elección), en ocho provincias se sumará un tramo para senador nacional, y en seis distritos habrá internas para gobernador (el resto desdobló las fechas), a lo cual se suman las listas de legisladores provinciales y concejales.
La atención prioritaria sobre la elección presidencial cuenta con una serie de condimentos políticos que transforman estos comicios en los más decisivos desde 2003. Y las PASO de hoy serán un termómetro clave para determinar en qué situación se encuentran los candidatos, cómo los potencia o deprime el resultado de cara a octubre y a un eventual ballottage en noviembre.
1 FVP: Daniel Scioli, entre el favoritismo y los fantasmas. Según todas las encuestas está destinado a ser el candidato más votado hoy. Tuvo un impulso decisivo al ser declarado el postulante único del FPV, pese a ciertas resistencias del kirchnerismo duro. Pero en la semana que termina quedó impactado por el escándalo del narcotráfico que tuvo a Aníbal Fernández y Julián Domínguez como protagonistas, y a un incierto efecto de las inundaciones de los últimos días. Su objetivo es lograr la sensación de que desde hoy la elección ya está ganada, y para ello aspira a alcanzar los 40 puntos con más de 10 de diferencia sobre la segunda fuerza. Sería una manera de demostrar que ya logró la distancia necesaria como para imponerse en primera vuelta. Si la diferencia es más reducida, se reavivarán los fantasmas de que un escenario de polarización hacia octubre empiece a cristalizar un techo de votos, que se le vuelva en contra en el ballottage. "Si ganamos por cinco puntos, estamos muy complicados", admitió esta semana un hombre de su núcleo duro. Su mayor cosecha electoral debería estar en la provincia de Buenos Aires y en las provincias del Norte. Su gran déficit son los centros urbanos de Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Capital Federal.
2 Cambiemos: Mauricio Macri y los desafíos del contendiente. Es el opositor mejor posicionado para enfrentar al oficialismo y tiene la ventaja de que se descuenta su triunfo en la interna del frente Cambiemos, sobre Elisa Carrió y Ernesto Sanz. Sin embargo, también tiene dos desafíos importantes. El primero es cuantitativo: con la suma de votos de sus aliados debería quedar a poca distancia de Scioli para generar la sensación de que puede darle pelea en octubre, y al mismo tiempo despegarse de su más inmediato seguidor para poder polarizar. Para ello necesita hacer una muy buena elección en Capital Federal, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, y no desentonar en territorio bonaerense. El segundo desafío es cualitativo: a partir del resultado de hoy deberá mostrarse como un líder de la coalición Cambiemos, con un criterio más abierto hacia las otras fuerzas que el que suele imperar en la lógica clásica de Pro. La foto conjunta que prepararon para esta noche con Carrió y Sanz será un gesto. Pero la verdadera ecuación quedará definida a partir de la cantidad de votos que logren los jefes de la Coalición Cívica y de la UCR. Ambos aspiran a lograr una cantidad de votos que les permita sentarse a conversar sobre el futuro de Cambiemos con cierto peso político.
3 UNA: Sergio Massa, el enemigo de la polarización. Sufrió un tortuoso camino hacia el cierre de listas, cuando perdió numerosos aliados, sobre todo intendentes bonaerenses. Después estabilizó su campaña y recuperó parte del discurso propositivo que había extraviado durante el período de deserciones. Su principal meta es descontarle toda la distancia posible a Macri para que el resultado no sea polarizado (escenario que lo diluiría de cara a octubre), sino en tercios (reinstalaría la disputa por el rol de principal opositor, como ocurrió durante buena parte de 2014). Tiene un rival intenso para la interna, José Manuel de la Sota, quien durante la campaña lo incomodó y que hoy podría darle un buen resultado al frente en Córdoba. Depende especialmente de un buen resultado en la provincia de Buenos Aires por la falta de estructura en el resto del país.
4 Progresistas y la izquierda: la disputa por meterse en la pelea. Margarita Stolbizer es la única candidata de Progresistas, un frente que se quedó con los fragmentos de centroizquierda de lo que fue UNEN. Entre el votante de GEN, el socialismo y sectores de la UCR descontentos con la alianza con Macri, busca transformarse en la sorpresa de la elección. Las encuestas no le auguraron un buen resultado, pero como ella misma repite, después le va mejor en las urnas. La izquierda, como siempre, va fragmentada en varias fuerzas. La más importante es el FIT, donde compiten Jorge Altamira y Nicolás del Caño, en la única interna de las fuerzas de izquierda. Por afuera, y como candidatos únicos, participan Alejandro Bodart por el MST; Víctor De Gennaro, por Frente Popular, y Manuela Castañeira, por el MAS. La grilla de presidenciables se completa con Adolfo Rodríguez Saá, el histórico dirigente puntano que tras su efímera presidencia va por su segunda postulación (se presentó en 2003, pero en 2007 y 2011 se postuló su hermano Alberto).
5 La elección bonaerense: una pelea frontal. Al peso histórico que tiene la provincia que concentra cerca del 40 % del padrón nacional, esta vez se suma la incertidumbre sobre el resultado y la encarnizada interna en el FPV, entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez (ver página 14). Aunque siempre son los presidenciables los que traccionan a los candidatos provinciales, esta vez puede haber un ligero movimiento a nivel de voto a los gobernadores que impacte en los presidenciables.
6 Las PASO y el escrutinio: labilidades del sistema. El sistema de internas se encuentra desvirtuado porque hay fuerzas que tienen competencia y otras que van con candidato único. Se espera que la mayoría de los votantes adopten una conducta similar a la de una elección general, pero también podría haber comportamientos más cercanos a los de una interna, que cambien para la general (ver aparte). En cuanto al escrutinio, las previsiones están plagadas de advertencias sobre posibles irregularidades, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
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