Eligen este domingo a la nueva conducción de la AMIA

Con dos años de demora a consecuencia de la pandemia, la AMIA volverá este domingo a elegir sus autoridades. De buena sintonía con la Casa Rosada, el Bloque Unido Religioso (BUR) intentará extender su dominio de 14 años al frente de la mutual judía, y al igual que en comicios anteriores sus chances serán mayores por la división de los sectores laicos y religiosos liberales, que tendrán representantes en las otras dos listas, Una AMIA y Somos AMIA, que participarán de la elección.

Con 22.000 socios con la cuota al día y otros 13.000 que podrán votar si regularizaron su situación al final de esta semana o lo hacen antes de entrar al cuarto oscuro en instituciones comunitarias de todo el país, la AMIA viene sosteniendo una dura puja con la DAIA, representación política de la comunidad, que entre otros puntos de divergencia con el kirchnerismo apeló el fallo que dejó libres de culpa y cargo a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el senador Oscar Parrilli y otros ex funcionarios en la causa por la firma del Memorándum con Irán, sindicado como autor intelectual y apoyo a los perpetradores de los atentados terroristas a la embajada de Israel, en 1992, y contra la AMIA, de julio de 1994, que destruyera el edificio comunitario de Pasteur al 600 y dejara como saldo 85 muertos.

“La causa judicial por el atentado y la posición frente al Gobierno no fueron parte de la campaña electoral”, contestan desde la conducción de la entidad comunitaria. “La AMIA va a ganar porque hay elecciones. Después de años de pandemia y un mandato prorrogado por circunstancias extraordinarias tenemos la posibilidad de renovar autoridades”, afirmó a LA NACION el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum. “Convocamos a la participación porque eso vigoriza la acción de la institución, el reclamo permanente de justicia, el aporte a la sociedad civil en la lucha contra la pobreza y por la igualdad”, agregó el titular de la entidad, cuyo sucesor-la elección del titular de la AMIA es indirecta-podría ser el ex presidente y empresario Guillermo Borger, quien en 2008 inaugurara la serie de gestiones de la ortodoxia al frente de la mutual. “Si ganara otra lista sería un retroceso para la comunidad”, sugieren desde el bloque ortodoxo.

Desde Una Amia, que nuclea a más de 40 instituciones del judaísmo liberal, escuelas e instituciones socio-deportivas, opinan que ya es tiempo de cambiar de conducción. “La gente pide un cambio, después de 14 años hace falta salir de la inercia actual”, afirmó a este diario Mario Ruschin, dirigente comunitario y candidato a presidente de la, según distintas voces comunitarias, la principal lista opositora. Mientras critica que “la mujer y las corrientes religiosas no ortodoxas no tienen lugar en la AMIA”, Ruschin asegura que, de ganar la elección, “dejaremos a la DAIA la representación política de la comunidad, porque no nos interesa tomar ese lugar”. Agustín Zbar, antecesor de Eichbaum, debió renunciar en medio de la polémica a su cargo en febrero de 2019, luego de pedirle públicamente a la DAIA que se retire de la querella contra la hoy vicepresidenta. Por continuar con esa querella, el presidente de la entidad, Jorge Knoblovits, sufrió más de dos años de indiferencia, algún desplante y frialdad desde Balcarce 50.

La tercera lista en carrera es Somos AMIA, conformada por la unidad de los históricos partidos sionistas como Likud (centroderecha), el laborismo y los sionistas renovadores, que postula al también experimentado dirigente Mario Sobol como presidente. Mientras desde la ortodoxia dicen respetar “a todas las listas por igual”, Ruschin asegura que los integrantes de esa tercera lista “sólo quieren confundir a la gente”, y comparte la idea generalizada de que esa presentación es “funcional” a los intereses de continuidad de la ortodoxia en el poder de la mutual comunitaria.

Con la preocupación compartida por la ola de atentados que sacude a Israel, la entidad madre de la comunidad judía en el país decidirá hoy su liderazgo por los próximos tres años.