En busca de apoyos, Lavagna se acerca ahora a Schiaretti
Luego del acercamiento con el conductor televisivo Marcelo Tinelli y tras lograr el aval de un sector de la CGT, el próximo gran paso del exministro de Economía Roberto Lavagna será un encuentro con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti , un hombre clave en Alternativa Federal.
Esta jugada no es casual: Córdoba es un distrito clave. Es la segunda provincia en número de electores y la provincia más grande gobernada por el peronismo. Y es la provincia en la cual Lavagna le ganó a Cristina Kirchner en las elecciones presidenciales de 2007, pese a que la ex presidenta ganó en todo el país y Lavagna salió tercero.
Los máximos operadores de Lavagna y Schiaretti ya acordaron el encuentro. En el entorno del exministro decían que sería después de las elecciones provinciales del 12 de mayo, pero fuentes cercanas al gobernador aseguraron hoy que sería en pocos días.
Los pasos que da Lavagna tienen criterio territorial. El acuerdo con Tinelli, el lunes último, buscó sumar una figura fuerte para hacer pie en el electorado duro del conurbano bonaerense. Sea o no candidato a gobernador bonaerense, algo que está por verse, los allegados a Lavagna apuestan con Tinelli a romper la hegemonía de Cristina Kirchner en los sectores populares del conurbano.
"Tinelli empujaría mucho la boleta de Lavagna en los estratos medios bajos de todo el país, pero especialmente en el conurbano", señalan en el peronismo federal vinculado a Lavagna. En rigor, el exministro no quiere acordar con Cristina Kirchner sino disputarle ese territorio. El ex presidente Eduardo Duhalde buscó un acuerdo con ella, pero sin la venia de Lavagna.
Sobre el futuro electoral del vicepresidente de San Lorenzo, algunos arriesgan a que Tinelli podría verse tentado a asumir la candidatura, aunque no lo tiene decidido. Otros aseguran que finalmente respetará su contrato por dos años en Canal 13, pero apoyará a Lavagna en forma presencial y desde el discurso político.
En cambio, el acercamiento a Schiaretti tiene otra explicación. "Lavagna considera que Córdoba es muy importante porque tiene el excelente recuerdo de haberle ganado a Cristina en 2007", dijo uno de sus allegados. Considera que en esa provincia tiene buena imagen y buscará aprovechar la ruptura de Cambiemos para sumar radicales descontentos con Macri como el intendente de la capital, Ramón Mestre, y otros.
Además, Schiaretti se transformó en el ordenador de Alternativa Federal, porque no buscará ser candidato a presidente, y está en sintonía con Lavagna en la conformación de una "gran coalición de unidad nacional".
El socialismo
Schiaretti presentó para las elecciones provinicales la coalición "Hacemos por Córdoba" en la que al peronismo le sumó como aliados al GEN de Margarita Stolbizer y al socialismo. Son los mismos aliados que busca Lavagna.
Un hombre clave en todos estos contactos de Lavagna es el histórico consultor del peronismo Guillermo Seita, ex vocero de Carlos Menem. Tiene excelente relación tanto con Lavagna como con Tinelli, Schiaretti y el jefe del bloque del Senado, Miguel Pichetto, que estuvo en Córdoba en estos días.
Los operadores del entorno de Lavagna, Rodolfo Gil y Carlos Hourbeigt, hablaron con el diputado Martín Llaryora, de Córdoba y mano derecha de Schiaretti. El acuerdo está en marcha y Lavagna y Schiaretti se van a ver en breve. Sin embargo, Schiaretti aun sostiene que Alternativa Federal planteó un esquema de primarias abiertas PASO entre todos los candidatos presidenciales, Lavagna, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey.
Lavagna sigue insistiendo en la inconveniencia de una primaria y quiere buscar un gran consenso alrededor de su postulación. "Hoy Schiaretti apoya que Lavagna se sume al espacio. Cree que lo potencia. No se pronunció a favor de ningún candidato", dijeron a LA NACION cerca del gobernador.
En el entorno de Eduardo Duhalde, en tanto, quieren negociar para que Schiaretti impulse un consenso para evitar las PASO y, así, allanar el camino para que Lavagna sea candidato. En ese caso, tienen optimismo en lograr que Massa acepte bajarse más adelante y el único que quedaría por convencer es Urtubey, que es el más duro. Incluso, algunos especulan que el gobernador de Salta estaría dispuesto a ir por otro frente llegado el caso.
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