Entusiasmo de los movimientos sociales ante el posible beneficio
Los movimientos sociales recibieron con entusiasmo las medidas de recomposición salarial que el próximo gobierno del Frente de Todos evalúa junto a los gremios. Confirmaron que es una de las señales que estaban esperando de parte del presidente electo, Alberto Fernández, quien ya les había adelantado algo en la reunión que mantuvieron la semana pasada.
"Intuíamos que esto iba a suceder, por lo que se había charlado en la reunión de la semana pasada. Nosotros habíamos sugerido que había que inyectar recursos en los sectores que más sufren", explicó a LA NACION Gildo Onorato, dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Junto con la Corriente Clasista Combativa (CCC), Barrios de Pie-Somos y un sector del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), participaron del encuentro con Fernández y el titular de la Pastoral Social del Episcopado, el obispo Jorge Lugones, el miércoles pasado.
"Él [por Alberto Fernández] expresó al pasar en la reunión que coincidía en la necesidad de inyectar recursos en los sectores más postergados. Aunque no definió la forma, sí coincidió en eso", agregó el dirigente Onorato.
Para Daniel Menéndez, coordinador nacional de la fracción de Barrios de Pie que está alineada con el kirchnerismo, estas posibles medidas son "una muy buena señal".
"Es necesaria esta señal y este tipo de medidas para responder a la expectativa. La Argentina no vivió un proceso de convulsión social porque con el recambio presidencial se canalizó a través de la esperanza en un futuro gobierno. Detrás de esa esperanza y expectativa está la tensión acumulada de los sectores más humildes", apuntó Menéndez, quien considera que los aumentos "deberían darse en las jubilaciones mínimas, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los programas sociales".
Tanto durante la campaña como una vez consumadas las elecciones, los movimientos sociales reclamaron en reiteradas oportunidades una recomposición del poder adquisitivo perdido durante este año, entre otros reclamos. De ahí surge la expectativa de recibir "señales claras" de parte del presidente electo.
Aunque las agrupaciones que integran el grupo de "los cayetanos" se muestran optimistas frente a la posibilidad de que se apliquen estos aumentos, no quieren definir con precisión el monto que deberían alcanzar las subas en los salarios bajos, las jubilaciones y planes sociales que está evaluando Fernández.
"Tiene que haber una señal clara de recomposición salarial porque el año fue muy malo. Hubo una fuerte inflación y un aumento en los alimentos. Es importante que se contemple eso. Después es responsabilidad del gobierno evaluar la carga fiscal y el monto", afirmó Menéndez.
Mediano plazo
Al mismo tiempo, las organizaciones sociales admiten que lograr que los ingresos recuperen totalmente el poder de compra perdido es un proceso más largo y de mediano plazo.
"Esperábamos que existiera un primer aumento [en los salarios, jubilaciones y planes sociales] como primera señal concreta. Es un nuevo paliativo que lo vemos de manera positiva y favorable. Es una señal que estábamos esperando. Pero sabemos que para resolver lo estructural se requiere más tiempo. Los ingresos son un factor importante, pero la pobreza es multicausal", expresó Onorato, al transmitir su confianza en las medidas.
"Hay conciencia de la sociedad y de quienes la están pasando mal de que esa solución no va a venir de un día para el otro", agregó Menéndez, en una línea similar.
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