Fantasmas que aparecen en múltiples variantes
Aunque hubo investigaciones judiciales, muchas de las firmas "creadas" por fallecidos siguen su actividad
Leonor Berotti falleció el 6 de diciembre de 2001, pero igual así figuró casi nueve años después como uno de los miembros creadores de Etapa Griega SA, cuando se presentó su constitución ante la Inspección General de Justicia (IGJ), en noviembre de 2010.
Tras detectarse el engaño al año siguiente, Etapa Griega se convirtió casi en un "coche escuela" dentro de la IGJ, en particular, porque la escribana que intervino en ese fallido intento, María de los Ángeles Masciocchi, ya acumulaba media docena de causas penales por otras presuntas irregularidades en la certificación de documentos y otros delitos, además de figurar en el armado de siete de las diez sociedades investigadas por la Justicia por el cobro de supuestos subsidios irregulares de la luego disuelta Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Así, menos de un año después de recibir el pedido de constitución de Etapa Griega SA, la IGJ emitió una resolución que hoy sirve de precedente para casos similares.
En ella impulsó acciones penales, pidió a la Justicia la nulidad de su inscripción y denunció, otra vez, a Masciocchi ante el Colegio de Escribanos porteño.
Estos casos fantasma ofrecen, de todas maneras, múltiples variantes.
Otro difunto con actuación singular dentro de la IGJ fue, por ejemplo, Carlos Fernández Oro, quien apareció en nueve sociedades distintas en febrero de 2011, dos semanas después de haber fallecido. Ahora, en enero de este año, ocho de ellas enfilaban hacia su disolución (Textil Catamarca SA, Confecciones Textiles SA, Alpaline SA, Alpargatas Textil Exportadora SA, Fiduciaria del Sur SA, Calzado Catamarca SA, Alpargatas Textil SA y Alpargatas Calzados), en tanto que la novena, Dialog SA, seguía su curso, mientras la IGJ analizaba la inscripción de su nuevo directorio.
Los casos de Jorge Trinidad Saldivia y de Guillermo Sigilberto Puebla parecen unidos por el destino. Ambos aparecen como fallecidos en 1998, resucitados después en la constitución de cuatro sociedades cada uno y hasta por la nula reacción de la IGJ.
En el caso de Saldivia, ninguna de las cuatro firmas en las que aparece (Inmob-Baires, Trading World, Servi-Prof y Toy's Internacional Broker) siguen su camino tranquilas. Y lo mismo ocurrió con Puebla: todas sus compañías (Demerit, Fallow, Servicio Integral de Motores y Fascia) avanzan por ahora sin problemas.
Por su parte, el decano de las personas al parecer difuntas pero con sobrevida en la IGJ es Fortunato Maciel, quien figura fallecido desde el 1° de julio de 1993, pero 18 años y un mes después, en agosto de 2011, figuró en la declaración jurada masiva que ordenó la IGJ para el reempadronamiento de todas las entidades bajo su órbita.
Soltero, comerciante y domiciliado en la avenida Cabildo, Maciel nació en enero de 1939. Para el registro oficial del Sintys, falleció a los 54 años; pero en el legajo de ConstrucMat SRL disponible en la IGJ, llegó hasta los 72. Si es que no está vivo.
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