Forcejeos con un legislador uruguayo en el corte de Colón

COLON (De un enviado especial).- El día comenzó y terminó con polémicas cruzadas de un lado y al otro del río Uruguay por el anuncio del bloqueo a Colón. Las tempranas declaraciones del canciller uruguayo Reinaldo Gargano -por la mañana pidió al gobierno argentino que tomara medidas para evitar el bloqueo al puente General Artigas- fueron el preludio de un fuerte altercado entre un asambleísta argentino y un legislador uruguayo.

Cuando los manifestantes anunciaron que quedaba cortado la circulación del tránsito al vecino país, a las 20, una presencia se iba a destacar en los próximos minutos: con total normalidad, el parlamentario del Mercosur Juan José Domínguez se cruzaba caminando el puente acompañado por un asistente de prensa y llegaba junto al cartel que decía "Botnia Go Home".

Vestido con una simple remera negra, los manifestantes no se percataron de que se trataba de un legislador uruguayo.

"Este es un tema que deberíamos resolver políticamente, tenemos que encontrar la solución", declaró ante el canal TN en la única nota que pudo dar Domínguez, ya que al escuchar que sus palabras iban en sintonía con las frases de Gargano, los manifestantes comenzaron a rodearlo.

Cuando el cronista concluyó la entrevista, el asambleísta de Gualeguaychú Jorge Fritzler lo increpó. "Encantado", le dijo Domínguez mientras le tendía la mano. "¡Qué encantado, si estás hablando gansadas!", fue la réplica.

Luego, la discusión comenzó a subir de tono hasta que en un momento parecía que todo terminaría, pero un "no hablés al pedo" de Fritzler exacerbó al legislador, que empujó al asambleísta.

Mientras Fritzler trastabillaba, alcanzó a dar con la palma de la mano izquierda en la cara del parlamentario.

Enseguida intervino la Gendarmería. "Procedimos a separarlos y cada uno se fue por su lado. El legislador volvió a cruzar el puente y ahí terminó todo", explicó el jefe del operativo de Gendarmeria, comandante Ricardo Ariel Da Silva.

Otros asambleístas frenaron la posible embestida de Fritzler. Nadie quería agregar violencia al conflicto.

"Vino a decir que las papeleras no contaminaban y que los cortes perjudicaban al Mercosur, todas mentiras", explicó a LA NACION Fritzler minutos después de la pelea, aún evidentemente molesto.

Luego del mal comienzo, el corte retomó la tranquilidad que había reinado en todo el día. Durante la noche, pensaban mantener guardias apostadas en la punta del puente mientras evaluarían cómo continuará la medida que por el momento es de "tiempo indeterminado".