La izquierda volvió a desafiar el protocolo antipiquetes en el último día de debate con forcejeos, botellas y fuego
Dos episodios prolongaron la tensión registrada en los días previos a la aprobación del proyecto del oficialismo; hubo gas pimienta, insultos y corridas
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Mientras en el recinto los focos apuntaban sobre los discursos de cierre y los preparativos para la primera etapa de la votación de la ley ómnibus, que finalmente fue aprobada con 144 votos a favor y 109 en contra, en las afueras del Congreso la expectativa estaba puesta en si los conflictos registrados en los primeros días de sesión parlamentaria se volverían a repetir o la escalada de tensión encontraría un cierre junto con la votación general de la iniciativa oficialista puertas adentro. Finalmente, el conflicto se apoderó de la calle en la tercera jornada de debate, con grupos pequeños que por la noche llegaron a incendiar contendedores en plena Avenida de Mayo.
Hasta las 17 reinó la calma. Un grupo reducido pero compacto de manifestantes de izquierda concentraba en la esquina de la plaza bajo la sombra que ofrecía el propio edificio parlamentario. Un estricto cordón policial los contenía y tanto la avenida Entre Ríos, como la avenida Rivadavia, escenario de los disturbios durante este jueves, permanecían liberadas al tránsito.
Pero cerca de 40 minutos después de que la ley general fuera aprobada en el recinto, surgió el primer episodio de tensión en las afueras del Congreso, cuando efectivos de la policía lanzaron gas pimienta para hacer retroceder a un grupo de manifestantes que se insinuaba sobre la Avenida Rivadavia. Entre los afectados hubo jubilados, uno de los cuales se aprestaba para brindar una entrevista sobre la avenida Rivadavia. Los testimonios que pudo recolectar LA NACION coincidieron en que ese fue el origen del primer conflicto entre los manifestantes y la policía.
Al episodio le sucedieron 10 minutos de suma tensión: los manifestantes que se encontraban en la plaza, que concentraban desde las 15 frente al Congreso, se volcaron sobre Rivadavia y el grupo de policías quedó rodeado. El “Fuera, fuera, fuera, fuera yuta, fuera”, se alternaba con otros cánticos más agresivos.
Un militante, en medio de la trifulca con la policía, atinó a remover una baldosa de la vereda, pero otro que estaba a su lado, parándose sobre ella, se lo impidió, acto que completó agitando su mano hacia abajo en un gesto de calma.
Junto con los insultos, volaron botellazos hacia el sector donde se ubicaban los uniformados, quienes fueron auxiliados por un nuevo grupo de efectivos que llegó a la esquina con el objetivo de recuperar el control de la avenida Rivadavia y hacer cumplir el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. A ellos, se sumó luego la Gendarmería Nacional.
Sin embargo, el nutrido grupo de manifestantes que se había desplazado desde el corazón de la concentración hacia el costado donde ocurrieron los primeros incidentes no se movió y la policía resignó por un tiempo el control de la avenida Rivadavia, optando por evitar nuevos desplazamientos hacia Entre Ríos, la cual permaneció siempre liberada al tránsito vehicular.
Minutos antes de las 20, un nuevo episodio levantó otra polvareda entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. Un grupo de policías retomó la empresa sobre la avenida Rivadavia que se encontraba bloqueada y, a fuerza de gas pimienta, terminó por despejar la avenida. La situación volvió a escalar: con un cordón reforzado por una segunda línea de uniformados, efectivos de gendarmería llevaron a los manifestantes hacia el centro de la plaza, cuyo contorno fue completamente cercado. “A la vereda por favor”, gritaba un policía que se encargaba de arriar a los rezagados. Hubo corridas, insultos, y un reguero de gas pimienta.
Caída la noche, con la movilización ya consumada, se registraron nuevos incidentes y actos de vandalismo que prolongaron la tensión: militantes quemaron contenedores de basura y bloquearon nuevamente la circulación sobre la avenida de Mayo en el centro porteño. Sobre Entre Ríos, a metros del Congreso, grupos desarticulados, compuestos en su mayoría por jóvenes, extendieron los disturbios y se enfrentaron con la policía que se hizo paso hasta desbloquear la avenida.
A la tarde, música
Los manifestantes de las organizaciones que poblaron desde las 15 la esquina de la plaza ofrecieron una foto que espejaba la unión del kirchnerismo con la izquierda puertas adentro: las banderas del Polo Obrero y el Movimiento Socialistas de los Trabajadores, convivían con las de Barrios de Pie, una agrupación afín al anterior oficialismo. No obstante, se trató de un cuadro invertido: los movimientos en la plaza, casi en su totalidad, eran de la izquierda, que cuenta solo con cinco diputados en la Cámara baja.
Con esa ayuda legislativa, el kirchnerismo logró sumar adentro del recinto 109 votos, insuficientes, sin embargo, para frenar la ley ómnibus de La Libertad Avanza que fue empujada por la UCR, el Pro y buena parte de los legisladores del bloque conducido por Miguel Pichetto.
Las agrupaciones sociales y las organizaciones de izquierda, principales promotoras de la movilización frente al Congreso, que rechazan de plano el proyecto impulsado por el oficialismo -el cual seguirá su curso el martes, cuando se prosiga con la votación en particular- comenzaron a mostrar señales de presencia cerca de las 14, horas antes de que se iniciara el “festivalazo”, un show del que participaron distintas bandas en defensa de la “cultura”.
Con ese fin, cerca de las 15, se improvisó un escenario arriba de un camión de cara a la plaza donde conjuntos musicales brindaron un show en rechazo a la ley ómnibus. Entre los participantes estuvo Peteco Carabajal, quien recientemente mantuvo un cruce con la vicepresidenta Victoria Villarruel. La música, sin embargo, no logró apaciguar los ánimos y, horas más tarde, el cierre de la primera etapa del debate legislativo estuvo marcado, una vez más, por el conflicto en las calles.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó el accionar policial con un mensaje en su cuenta de X e informó que una denuncia penal fue presentada sobre quienes quemaron bienes públicos.
Presentaremos una denuncia penal y pediremos la identificación de todos los que quemaron bienes públicos tirando piedras, destruyendo todo al pasar y atacando a funcionarios policiales.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) February 3, 2024
Felicito el profesionalismo de las Fuerzas Federales. Las organizaciones deberán pagar los…
La antesala
Los forcejeos y empujones sucedidos este miércoles entre manifestantes de la izquierda y fuerzas de seguridad habían instalado un clima de tensión en las inmediaciones de la plaza, que se vio recrudecido ayer, cuando por la tarde, cerca de las 18:30, los grupos de manifestantes crecieron en número y las fuerzas de seguridad, en cumplimiento del protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, avanzaron sobre la avenida Rivadavia para despejarla. La situación cobró un nuevo cariz: hubo gases lacrimógenos, detenidos y heridos con bala de goma. “No es desmesurado. El operativo nos permite que las fuerzas de seguridad tengan el control. Si no tienen el control, terminamos en un desastre”, manifestó la ministra Bullrich.
Los incidentes se colaron dentro del Congreso. Los legisladores del Frente de la Izquierda-Unidad, Romina del Plá y Nicolás del Caño, abandonaron el recinto para plegarse a la manifestación y presenciar el accionar de las fuerzas de seguridad. Minutos más tarde, con la intención de que la policía detuviera “la salvaje represión”, se sumó Máximo Kirchner. También se los vio a los diputados de Unión por la Patria, Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz y Leandro Santoro. “No es acting, a veces es ver qué pasa, y ver que frene, y evitar muertos o tragedias”, dijo Kirchner a su regreso al recinto.
“Debemos pasar a un cuarto intermedio y pasar a una reunión porque esto es una carnicería y no va más. ¿Así quieren aprobar esta ley? Esto es inaceptable”, manifestó Del Plá. No fue el primer intento de los opositores de frenar el debate. Más temprano, el jefe del bloque de Unión por la Patria, Gerardo Martínez, empujó una moción de orden para que el debate vuelva a comisión, moción que fue rechazada por 143 votos.
Los incidentes en las inmediaciones del Congreso del día de ayer volvieron al recinto hoy a la mañana. “No nos van a amedrentar con vallas, ni con balsa ni con gases, porque tenemos que usted ministra nunca tuvo y muchos de acá carecen. Tenemos convicciones, principios, doctrina y mucha historia”, apuntó el diputado Christian Alejandro (UP).
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