Juan Schiaretti levanta el perfil y ensaya un discurso nacional

CÓRDOBA.- El gobernador Juan Schiaretti levantó decididamente su perfil. En las últimas tres semanas viene manteniendo reuniones con empresarios y dirigentes de entidades intermedias y mostrándose fuera de Córdoba, una conducta que prácticamente no había tenido desde su reelección en 2019. Lo hace para tratar de consolidar un espacio anti-grieta pero todavía no se define como candidato, más allá de que sus discursos y declaraciones tomaron tono nacional.

Ante los empresarios reunidos en un almuerzo por la Fundación Mediterránea, el cordobés criticó al gobierno nacional, se pronunció por segunda vez en contra del juicio político a la Corte Suprema de Justicia y habló de macroeconomía, pero no hizo referencia a su candidatura.

Schiaretti se mueve cómodamente entre los hombres de negocio y también en la Mediterránea, no solo porque integró el equipo de Domingo Cavallo cuando se instrumentó la Convertibilidad, sino porque trabajo con Piero Astori, uno de los fundadores de la institución y padre de la actual presidenta, María Pía Astori. Con todo, evitó definiciones de postulaciones.

A mediados de enero, después de una reunión con el salteño Juan Manuel Urtubey, indicaron en un escueto comunicado que ambos irían a una PASO. Desde entonces, Schiaretti fue aumentando sus presencias públicas fuera de Córdoba y generando reuniones con Florencio Randazzo, Alberto Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde, Mónica Fein.

También con empresarios como los de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), con autoridades de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) y se está gestando una con la Unión Industrial Argentina para los próximos días. Con los gremialistas hay negociaciones para un encuentro con referentes no ligados a Hugo Moyano; los contactos los está realizando Armando Cavalieri.

Hay coincidencia de que el cordobés tuvo un rol clave en la fractura del bloque del Frente de Todos en el Senado, donde la cordobesa Alejandra Vigo -su esposa- constituyó uno aparte junto a la puntana María Eugenia Catalfamo, Guillermo Snopek (Jujuy) y Edgardo Kueider (Entre Ríos).

El armado nacional del cordobés todavía es incipiente; hay diálogos permanentes con otros mandatarios y legisladores nacionales que -por el momento- comprometen apoyo en privado pero no públicamente. Desde el círculo chico del gobernador aseguran que esta vez el armado tiene “menos visibilidad” que la que intentó en 2018 con Roberto Lavagna, Urtubey y Sergio Massa, “pero también menos egocentrismo”.

Modelo cordobés

En sus exposiciones, repasa las características del “modelo Córdoba” de gestión que, siempre dice, se basa en “generar confianza para tener certezas”. Cada vez que hace referencia a la provincia aprovecha para diferenciarse del kirchnerismo; por ejemplo, insiste en el “respeto” a la Justicia y sus fallos y en la “libertad de prensa” que existe en la provincia.

“Debemos respetar y conseguir nuevamente el funcionamiento institucional. No puede ser que el gobierno kirchnerista ataque a la Corte con ese pretendido juicio político. Reitero mi más absoluto rechazo al pretendido juicio político”, dijo el lunes en la Mediterránea.

En las reuniones con empresarios que viene manteniendo, insiste en que es hora de que la Argentina se “anime a ser un país normal y sensato” y en que los gobiernos que asuman dejen de pensar que van a “refundar” la nación.

A su entender, hay dos problemas que son causante de la decadencia de la Argentina, el crónico déficit fiscal y el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Siempre sostiene que el país “no puede vivir con un crónico déficit fiscal. Se funciona con déficit mientras lo financian de afuera; pero cuando lo dejan de financiar de afuera, y como no hay moneda, apela a la emisión. Y eso termina en más inflación, fuga de capitales y caída de la economía”.

La levantada de perfil de Schiaretti coincide con un recrudecimiento de la violencia en Córdoba; en los primeros dos meses del año se registraron casi 30 crímenes y en las últimas semanas hubo varias manifestaciones en diferentes barrios de la ciudad. La presión derivó en cambios de jefes policiales en la ciudad. Es uno de los ejes de campaña que tendrá Juntos por el Cambio.

Ya Horacio Rodríguez Larreta, habitualmente moderado en sus comentarios sobre Schiaretti, le apuntó con un tono más elevado: “Cada vez que voy veo a la gente con más miedo, escucho más preocupación. Hoy Buenos Aires tiene la tasa de delitos más baja de su historia mientras Córdoba está cada día más insegura”.

Y agregó: “Más que un crítico (del Gobierno nacional), es contradictorio; es como una gallina, pone los huevos en un lado y grita en el otro. No queda claro cuál es su posición. Ha acompañado al kirchnerismo en muchas posiciones y en otras tuvo puntos de vista diferente. Es errático, no es claro”.