La necesidad de contar con información útil para la ciudadanía

La transparencia presupuestaria refiere, en sentido amplio, la disponibilidad de información de las actividades financieras del Estado. Sin embargo, no siempre la publicación de una gran cantidad de información presupone transparencia. La información debe ser confiable, oportuna y ajustada a las buenas prácticas internacionales. Esto implica identificar la información de valor para la sociedad, definiendo un marco de apertura y diálogo con los ciudadanos. La transparencia presupuestaria permite a los ciudadanos conocer cómo el Estado obtiene sus recursos y de qué manera los gasta, promoviendo la participación ciudadana.

Hacia esta dirección apunta el Índice de Transparencia Presupuestaria Provincial (ITPP) que elabora anualmente Cippec, que intenta dimensionar este concepto en el ámbito de las provincias, responsables de ejecutar el 40% del gasto público argentino. El ITPP evalúa, con un puntaje de 1 a 10, la forma en que las provincias ponen a disposición de los ciudadanos información confiable y actualizada sobre un conjunto de documentos presupuestarios básicos, entre los que se destacan la ley de presupuesto, informes de ejecución de gastos, recaudación de impuestos locales, cuenta de inversión, ley impositiva vigente, deuda pública y presupuesto ciudadano.

Cada uno de estos ítems tiene asignada una valoración, que a su vez se ajusta por el grado de detalle y el rezago en su publicación. Un análisis global indica que desde que se realiza la medición -2010-, el ITPP no logra superar los 7 puntos, lo que permite inferir que existe margen para que muchas provincias puedan mejorar. Como todo promedio, el índice consolida situaciones muy dispares, pero su desagregación permite observar que coexisten jurisdicciones con un puntaje casi ideal, con otras cuyo nivel de transparencia resulta extremadamente bajo.

Los rubros de información más difundidos son las leyes presupuestarias, leyes impositivas, recaudación tributaria y el stock de deuda pública. Sin embargo, la cuenta de inversión -rendición de cuentas de lo realmente ejecutado- y el presupuesto ciudadano -presupuesto traducido a lenguaje no técnico- resultan los de publicación menos frecuente. Ambos casos indican que el debate presupuestario aún transita por el carril de la formalidad, asignando mucho más tiempo y espacio a difundir lo que se "promete hacer" que a lo que "realmente se hace".

Alcanzar mayores niveles de transparencia es una condición necesaria para mejorar la formulación, implementación y evaluación de las políticas públicas. Esto requerirá un nuevo marco normativo -o la adecuación del existente- y un gran esfuerzo de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.

El autor es investigador principal de Cippec