La nueva gestión de la UIF se centrará en las offshore

Contra la evasión fiscal de las grandes empresas. Así se perfila la próxima gestión de la Unidad de Información Financiera (UIF). El candidato de Alberto Fernández para presidir el organismo antilavado fue formalmente designado ayer, justo un día antes de que terminara el mandato de Mariano Federici y María Eugenia Talerico. Se trata del abogado Carlos Cruz, quien quedó como presidente, mientras que Mariana Quevedo será nombrada vicepresidenta.

Aunque las definiciones sobre el rumbo que tomará la nueva gestión de la UIF no se darán a conocer hasta que estén activamente en funciones en la última semana se dejó vislumbrar parte de la motivación que tendrá el organismo para ejercer sus funciones y prevenir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.

Los principales ejes, según reconstruyó LA NACION, serán fijar la lupa sobre la evasión fiscal como uno de los principales delitos precedentes al lavado, y endurecer el control sobre las personas jurídicas.

La audiencia pública en el Ministerio de Economía que ocurrió el miércoles pasado, durante la cual Cruz y Quevedo defendieron sus designaciones, contó con dos exposiciones iniciales, una de ellas a cargo de Ricardo Nissen, que fue nombrado en la Inspección General de Justicia (IGJ) la semana pasada.

También expuso allí, en apoyo de las postulaciones, el titular de la UIF durante el último mandato de Cristina Kirchner, José Sbattella. La gestión de Sbattella, durante la cual Mariana Quevedo se desempeñó como directora de Asuntos Jurídicos, se vio fuertemente reivindicada a lo largo de las exposiciones que hicieron exfuncionarios de la UIF, así como también por senadores del Frente de Todos.

Sbattella, que lideró la UIF entre 2010 y 2014, terminó procesado por los delitos de abuso de autoridad y violación de secretos, y dijo, en su discurso de adhesión, que fue "víctima del lawfare". La sala, colmada durante cuatro horas, lo ovacionó.

Nissen se enfocó exclusivamente en resaltar el carácter de ilicitud de las offshore. "Mi mensaje es decir por qué son ilícitas las offshore", resumió. En repetidas ocasiones nombró la investigación realizada por LA NACION, Panama Papers, como uno de los detonantes para que renunciaran ministros en distintos países de Europa, y luego advirtió: "Los argentinos no pueden tolerar el funcionamiento de sociedades offshore. Que el control de las personas jurídicas sea una política de Estado". Así se fue perfilando, durante las exposiciones, la gestión entrante.

El control de las personas jurídicas -con claras referencias a la banca privada- fue legitimado como uno de los rumbos que tomará la UIF. Y, en este sentido, se planteó también la necesidad de delinear nuevamente la forma en que la UIF se comunica con la Justicia.

La función de la UIF como querellante en causas por corrupción ha sido fuertemente criticada por distintos dirigentes del peronismo y creció notablemente durante la administración macrista. Hay quienes denunciaron en la Justicia que la UIF ejerció una "persecución" contra jueces y exfuncionarios.

En un informe elevado por la gestión saliente al Congreso la semana pasada, firmado por Federici y Talerico, se expuso que durante la gestión 2015-2019 se produjo un aumento del 135% en la cantidad de querellas asumidas por la UIF, pasando de 70 a 165. Del total de querellas, un 33% se relaciona con delitos contra la administración pública, es decir, casos de corrupción.

Hacia finales de 2015 las querellas en casos de delitos contra la administración pública representaban menos del 10 por ciento de las querellas totales ejercidas por la UIF.

Aquí se presenta, tal vez, una de las mayores diferencias entre la gestión macrista y la entrante. Federici y Talerico resaltan la cantidad de querellas en casos de corrupción como delito precedente al lavado de activos, mientras que en declaraciones públicas Cruz dijo que la corrupción "se instala como un tema para evitar la evasión por parte de grandes empresas". "Se recrimina mi falta de idoneidad porque saben que voy a investigar otras cosas", remarcó en la audiencia. Para apoyar las dos designaciones se realizaron 650 adhesiones y seis impugnaciones. La diputada Graciela Ocaña, que había impugnado a ambos, no asistió. Los expositores del mundo académico elogiaron enfáticamente a Cruz y remarcaron su idoneidad.

Dos hombres cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner adhirieron a la postulación de Cruz: el diputado Rodolfo Tailhade y el senador Oscar Parrilli. Ambos figuraban en la lista de expositores, pero no asistieron. Una fuente de su entorno dijo a LA NACION que Cruz cuenta con el aval de Cristina, quien prefirió no verse representada en la audiencia por sus dirigentes más cercanos.