La profundización del modelo, pese a todo
Los resultados electorales siguen las tendencias anticipadas por las encuestas. La oposición ganó en la provincia de Buenos Aires, ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santa Cruz, Chubut, y algunas provincias del Norte, como Catamarca y Jujuy. Esto representa alrededor del 70% del electorado. Esto no cambia las actuales mayorías en el Congreso -el argumento oficialista para descalificar los resultados legislativos-, pero hace más difícil el quórum propio y la aprobación de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo. Es más, es probable que algunos diputados o senadores abandonen el bloque oficialista.
La interpretación más plausible es que, fundado en esa mayoría que mantiene en el Congreso, el Gobierno insista en la profundización del modelo, con el cepo cambiario, la pérdida de reservas (aunque con una aceleración de la devaluación), la negación de la inflación, el falseamiento de la información del Indec, incluyendo la pobreza, el financiamiento del déficit con emisión y la confusión y enfrentamientos sobre la conducción económica.
En este punto, el modelo parece muy poco sostenible económicamente. Es bien posible una progresiva recesión, aunque no necesariamente una crisis. Este sendero intentará ser modificado por los ganadores de estas elecciones de medio término. Solicitarán la discusión de un programa antiinflacionario, precedida de la reforma y autonomía del Indec, la creciente reducción del cepo cambiario, la reducción de la brecha del tipo de cambio. Esto no parece tan posible, pero, de aceptarse, quizás permitiría mejorar la economía y también sostener el empleo, hoy estancado.
La situación puede cambiar después de diciembre. No puede descartarse que parte de los legisladores que hoy forman la mayoría del Frente para la Victoria lo abandonen detrás de los ganadores del domingo pasado. No sería la primera vez que ocurriera en el peronismo. El panorama sería uno nuevo con un cambio significativo de la política.
En este contexto hay un hecho inédito: la enfermedad de la Presidenta. Si se recuperara plenamente, podría tomar decisiones más inclinadas a la profundización del modelo, con las probables consecuencias económicas. Pero no puede descartarse una eventual renuncia por razones médicas (sobre todo teniendo presente su aún buena imagen) y la puesta en marcha de la ley de acefalía, con una previa renuncia de Boudou. Éste sería otro sendero, uno más en la incertidumbre poseleccionaria.
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