Lavagna quiere "revisar" el proyecto de deuda pero se muestra "favorable"
En una semana de replanteo de estrategia antes de retomar la campaña formal el sábado próximo con miras a las elecciones del 27 de octubre, el candidato presidencial de Consenso Federal, Roberto Lavagna, se propuso mostrar "predisposición favorable a acompañar", aunque con una "revisión previa", el proyecto de ley que enviará el gobierno de Mauricio Macri para disponer la renegociación de la deuda local.
El exministro de Economía busca colaborar con la estabilización cambiaria y financiera que intenta el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, con sus recientes medidas, según pudo saber LA NACION de fuentes de la campaña de Consenso Federal.
Ese plan de Lavagna se inscribe en su intención de formar una "malla de contención, de seguridad y de confianza" para despejar la volatilidad de los mercados. El exministro cuenta con siete diputados y tres senadores en el Congreso.
"Existe una predisposición favorable a acompañar en el Parlamento las medidas que mejoran las perspectivas y también el proyecto de ley de reprogramación de deuda local en pesos. Por supuesto habrá una revisión previa del proyecto y se plantearán todas las diferencias que tengamos", dijo un allegado a Lavagna.
Diferencias con el Frente de Todos
La estrategia lavagnista se contrapone con la de los senadores y diputados del peronismo del Frente de Todos, cuyo candidato presidencial es Alberto Fernández. Desde el Senado, el PJ dejó trascender que no avalará el proyecto de ley y que prefiere que Macri firme un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para asumir el costo político; desde Diputados pidieron el proyecto para poder revisarlo, sin ánimo de involucrarse.
"Estamos buscando tener consenso antes de enviarla. Eso dijimos el lunes", reiteraron desde el Ministerio de Hacienda.
El diputado Marco Lavagna aseguró a LA NACION que "es difícil opinar porque todavía el Gobierno no mostró el más mínimo borrador" del proyecto de ley de renegociación de la deuda nominada en pesos bajo legislación local, de mediano y largo plazo.
"Si uno habla de reprogramar los vencimientos y cambiarlos para adelante y que esto le sea beneficioso al Estado y te despeje vencimientos en los próximos cuatro años, sí, es aconsejable, está bien. El problema es si viene asociado con aumento de diez puntos de la tasa de interés", dijo Lavagna. "Es difícil dar una opinión sobre algo que no hay absolutamente nada", agregó.
En la misma línea, el candidato a vicepresidente de Consenso Federal, Juan Manuel Urtubey, dijo a LA NACION que primero quiere ver el proyecto de ley para después opinar, pero no le cerró la puerta a un apoyo.
Los diputados que se alinearán con la estrategia de Lavagna y de Urtubey son siete: Marco Lavagna, Graciela Camaño, Alejandro Grandinetti, Alejandro Snopek, de Consenso Federal; Pablo Kosiner y Eduardo "Bali" Bucca, de Alternativa Federal, y José Luis Ramon, del Partido Intransigente de Mendoza.
En el Senado, el exministro de Economía y el gobernador de Salta contarán con los votos de tres bancas: Rodolfo Urtubey, Dalmacio Mera y Eduardo Aguilar.
Por otra parte, Lavagna y Urtubey siempre dejarán en claro que son muy críticos del proyecto económico de Macri. Pero repetirán que las nuevas medidas de Lacunza, de reprogramar el acuerdo "stand by" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las deudas de corto, mediano y largo plazo, más el control de capitales y la reciente restricción cambiaria, forman parte de un "reconocimiento del fracaso del proyecto económico".
En tanto, Pablo Kosiner, que responde a Urtubey, dijo que "el día que se dignen a mostrarnos el proyecto de ley y llamarnos podremos opinar. Siempre tuvimos vocación de diálogo desde nuestro interbloque. Pero para definir posición queremos saber en qué condiciones plantean el cambio de condiciones en las deudas".
Por su parte, cerca de Rodolfo Urtubey, hermano de Juan Manuel, aseguraron que el apoyo al proyecto de reprogramación de deuda será consultado con Lavagna.
Por ahora lo único que se conoce del proyecto es que el "reperfilamiento" de la deuda de mediano y largo plazo será una extensión de plazos de pago, voluntaria y no implicará quita de capital ni de intereses. Tendrían cláusulas de acción colectiva (CAC), que disponen que si una mayoría de tenedores de los títulos aceptan las nuevas condiciones, éstas se extienden a todos los bonistas.
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