Los cacerolazos por el 8N llegaron a distintas ciudades del mundo
Los manifestantes se concentraron en centros urbanos como Roma, París, Barcelona, Sidney y Río de Janeiro, entre otros
Luego de que Australia se anticipara a todos los manifestantes del denominado 8N, grupos de argentinos residentes en distintas ciudades del mundo iniciaron el cacerolazo contra el gobierno de Cristina Kirchner.
En España, Italia, Francia, Gran Bretaña y Austria, entre otros países, hicieron sentir sus protestas y difundieron mensajes e imágenes a través de las redes sociales.
"¡Que se vayan, que se vayan!"; "¡Chorra, chorra!"; "¡Argentina, Argentina!"; "¡Libertad! ¡Libertad!"; "¡los argentinos, unidos, jamás serán vencidos!"; "¡No tenemos miedo!"; "¡Basta corrupción!".
Estas consignas corearon, ante la sede del consulado argentino de esta capital, en la legendaria Vía Véneto, unos 150 argentinos que a partir de las 19 locales (las 15 en la Argentina) y hasta las 20, al son de las cacerolas se juntaron para solidarizarse con la manifestación de protesta del 8N.
Con banderas argentinas y pancartas con consignas contra el Gobierno de Cristina Kirchner –"Basta de subestimar al pueblo argentino", decía una-, a la manifestación participaron argentinos de todas las edades, residentes en Roma, pero también, de paso.
"Llegamos esta mañana a Roma, vinimos por cuatro días, pero nos vinimos preparados para venir a manifestar", contó a LA NACION Evangelina Christian, de Buenos Aires. "La justicia es un desastre, vivimos con miedo, la inflación es tremenda, pero ellos la niegan y no podíamos no venir", dijo Ricardo Auman, su marido. "Hasta nuestros nietos nos dijeron que teníamos que venir", agregó.
"No somos gorilas, pero estamos en contra de esta mina", coreaban algunos, mientras otros repartían folletos blancos que decían "Basta K" a los transeúntes romanos, muchos de los cuáles, ajenos a la protesta.
"Vine hace dos años y medio, quisiera volver a la Argentina, pero como está ahora, no se puede volver: no hay libertad de prensa y no se respetan los derechos de nadie", denunció Elizabeth Valeriani, una de las señoras más activas con la cacerola, de Haedo. "Queremos volver, pero así no. Justamente vinimos para que no haya reelección en la Argentina y para que la constitución sea respetada", agregó su amiga Teresa Dodero, nacida en Lomas de Zamora pero residente en Italia desde hace 20 años.
A la capital italiana le sucedió el cacerolazo en París. "Caceroleamos en 2 horas. Hemos sumado más gente, pues pedimos también que baje el camembert :)", tuiteó un estudiante desde la capital de Francia.
Entre los manifestantes, que en dos oportunidades entonaron el himno nacional y que iban mencionando a todas las provincias argentinas –"¡Córdoba! ¡Mendoza! ¡Neuquén!" y así, sucesivamente-, fue muy aplaudido Jorge Mercala, un actor argentino que vive aquí desde hace 8 años, que imitaba a la Presidenta. "Me pareció gracioso hacerlo, porque esta mujer es tan inteligente, que logró poner a los argentinos en contra de los mismos argentinos", explicó. "Pero yo le haría una pregunta: ella en Harvard trató mal a los chicos, diciendo que era una abogada exitosa ¿pero cómo se hace trabajando en la Argentina para tener todo lo que ella tiene en Calafate y demás?", se preguntó.
A la manifestación también asistieron algunos bonistas italianos, damnificados por el default de 2001. Llevaron una inmensa rata de cartón, enjoyada y con la leyenda de "Cristina", que habían estrenado cuando el año pasado la Presidenta viajó a Italia por el 150 aniversarios de la unidad de la península, cuando protestaron en frente de su hotel. "Me sorprende que haya tanta gente. Evidentemente ellos también golpean cacerolas porque quieren defender sus intereses. La clase media argentina tiene motivos para estar furiosa, ¡claro! La Argentina tiene que respetar las reglas internacionales", dijo Orlando Masiero, que viajó desde Venecia para estar presente. "Nosotros también somos anti-k, porque es el gobierno k, pero el de Néstor Kirchner, es el que nos arruinó, con el ministro Lavagna", clamó por su parte Giancarlo Lucifora, otro bonista irreductible.
En Londres, la concentración fue en la embajada argentina y en Madrid y Barcelona, en el consulado.
En Milán también hubo una manifestación que, sin embargo, al parecer duró muy poco. "Una amiga me mandó un mensaje diciéndome que la policía antiterrorista no los dejó manifestar", contó a La Nación María Eugenia, otra argentina que vive en Roma porque su marido trabaja aquí, que participó con olla y tenedor de la protesta.
La protesta en Río
En Río de Janeiro, medio centenar de argentinos y una decena de brasileños se reunieron para protestar frente al Consulado de la Argentina, en el barrio de Botafogo, con cacerolas, banderas argentinas y carteles en los que se leía: "No a la reforma de la Constitución", "Ni gorilas ni golpistas; argentinos", "Basta de Korrupción" y "Moreno, das vergüenza".
"Estoy acá porque estoy en contra de muchas de las políticas del gobierno argentino, que sólo sirven a los intereses de los funcionarios corruptos. A diario nos están limitando nuestras libertades y suman una arbitrariedad detrás de otra", se quejó a LA NACION Pamela Dahl, 50, ama de casa que vive desde febrero de este año en Río por el trabajo de su marido.
Después de hacer bastante ruido con sus cacerolas, el grupo, en el que había gente de todas las edades y familias con niños, cantó el himno nacional para luego unirse en un fuerte aplauso al grito de "¡Argentina! ¡Argentina!".
"La situación que está viviendo el país es totalmente opuesta a la que dicen los irresponsables que nos gobiernan; cada vez estamos peor en inflación, inseguridad, intolerancia, y falta de respeto a las instituciones democráticas", comentó por su parte Roberto Zotter, 59, empleado de una empresa del sector óptico, que hace tres años vive en Brasil.
Con una cacerola en mano, la publicista carioca Maria Inez Nery, 56, acompañó al grupo, en el que también estaba su esposo. "Siento que el pueblo argentino está sufriendo con este gobierno. Cada vez hay más pobreza, inseguridad e inflación, la gente está reclamando todo el tiempo. Algo no está bien", opinó y aprovechó para quejarse del constante aumento de los precios en sus regulares viajes a Buenos Aires.
Por su parte, el ingeniero Rubén Salomé, 29, quien lleva dos años viviendo en la "cidade maravilhosa", opinó que la Argentina corre el riesgo de volverse una nueva Venezuela si se reforma la Constitución. "Espero que la oposición se junte y logren unirse para frenar esos intentos", dijo junto a su colega Juan Pablo López, 36.
"Lo que estamos haciendo todas las personas que salimos a protestar hoy es, de alguna manera, marcarle un límite al gobierno, hacerle saber que hay cosas con las que no estamos de acuerdo y que no vamos a tolerar", apuntó.
Otras puntos del mundo que se sumaron al 8N fueron Austria, las Islas Canarias, Azerbaijan y Canadá. En esos lugares, aunque no se formaron grandes manifestaciones, distintas personas con banderas argentinas manifestaron su apoyo a la iniciativa y replicaron imágenes en las redes sociales.
8-N en el Mundo
La convocatoria de la protesta del 8N se realizó a través de las redes sociales y cuenta con el apoyo de los principales referentes de la oposición. Según los organizadores, la manifestación se desarrollará en distintos centros urbanos del país y en varias ciudades del mundo.
Seguí el cacerolazo en vivo desde Londres, Inglaterra.
Gentileza de Martín Balo
Con la colaboración de Elisabetta Piqué (Roma) y Alberto Armendariz (Río de Janeiro)
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