En la Marcha en Defensa de la Universidad Pública los estudiantes fueron mayoría y cantaron contra el Gobierno
Con mucho frío, bajo una lluvia por momentos intensa y con un clima enrarecido también por la inestabilidad cambiaria de los últimos dos días, miles de estudiantes, docentes y no docentes de todo el país se movilizaron ayer por la tarde del Congreso a la Plaza de Mayo en la Marcha Nacional en Defensa de la Universidad Pública. Aunque la manifestación ocurrió en el marco de la negociación paritaria que llevan a cabo los docentes con el Ministerio de Educación, los participantes, en su gran mayoría jóvenes estudiantes, marcaron también su oposición a las políticas del Gobierno en general. Por eso, junto a las consignas por un aumento de sueldos y del presupuesto educativo, hubo reclamos que apuntaron directamente al Ejecutivo.
"La educación es un derecho y los gobiernos no la pueden considerar un gasto -dijo Karina Mauro, estudiante de Ciencias de Educación de la Universidad de Lomas de Zamora-. Soy la primera estudiante de la familia y si la universidad no hubiese sido pública yo no habría podido ir". La movilización comenzó pasadas las 17 de forma algo desorganizada, debido a la lluvia y las intensas ráfagas de viento, por lo que muchos al comienzo buscaron refugio en edificios cercanos.
Además de las pancartas de los gremios, hubo banderas de centros de estudiantes secundarios y terciarios, de organizaciones sociales y de partidos políticos de izquierda y el kirchnerismo. "Si el presupuesto no está, qué quilombo que se va a armar, les cortamos las calles y les tomamos la facultad" y "fuera, Macri, fuera", estuvieron entre los cantitos más repetidos. También hubo críticas para el FMI y la inestabilidad cambiaria. Se notó particularmente la presencia de las universidades del conurbano bonaerense. "Mi universidad es nueva, tiene un perfil comunitario, y el déficit deja sin cursar a un montón de pibes que no pueden pagar una privada", dijo Sebastián Tufaro, quien cursa la Licenciatura en Kinesiología en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), con sede en Florencio Varela.
A los ya clásicos pañuelos verdes, a favor del aborto, y anaranjados, por un Estado laico, se sumó uno nuevo de color azul que reza "en defensa de la educación pública" junto a un dibujo de tres lápices. "Fue el que más vendí hoy", indicó un vendedor parado sobre Avenida de Mayo.
Los estudiantes y los docentes llegaron desde diferentes provincias del país, como Córdoba, Santa Fe y La Pampa. "Vinimos desde Rosario en 40 colectivos: diez de docentes y el resto de estudiantes, padres y no docentes", dijo Laura Ferrer Varela, profesora de la materia de Saneamiento Urbano y Rural en la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Rosario y secretaria del gremio de investigadores de esa casa de estudios.
A medida que las columnas avanzaron hacia la Plaza de Mayo, el agua fue cediendo, aunque el frío no. Y entonces empezaron a desaparecer los paraguas y verse algunos de los carteles que portaban los manifestantes, con frases como "mientras existan maestros de pie no habrá pueblo de rodillas" y "la educación es un derecho, no un servicio".
También hubo expresiones artísticas, con música y percusión.
Una de las columnas más nutridas fue la de la Federación Universitaria de Buenos Aires. Su presidente, Julián Asiner, del Partido Obrero, dijo: "Ayer se tomaron cien facultades en todo el país. Entramos en una nueva fase y esto no se termina acá".
Hacia el final, cuando el grueso de la movilización se había desconcentrado pacíficamente, hubo corridas y forcejeos con efectivos de la Policía Federal.
Como consecuencia, tres personas fueron detenidas, según informaron por la noche fuentes policiales.
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