Los operadores turísticos piden una solución

SANTIAGO, Chile (De nuestro corresponsal).- En un ambiente enrarecido, el conflicto que vive LAN en el aeroparque Jorge Newbery ha comenzado a tocar a otros actores, aparte de la propia aerolínea y el gobierno de Chile.

Esta semana, durante el congreso de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet), llevado a cabo en la ciudad de Aysén, en el extremo sur del país, el organismo emitió una declaración con críticas a la situación que atraviesa la empresa aérea LAN en la Argentina, la cual fue dirigida al Foro Sudamericano de Asociaciones Gremiales de Agencias de Viaje y Tour Operadores.

"De concretarse la medida de desalojo [del hangar de Aeroparque], para LAN Argentina sería inviable realizar vuelos domésticos desde Aeroparque sin contar con un hangar para el mantenimiento de sus aeronaves en ese recinto. Atendida la dificultad que ello implica para la administración y logística, podría derivar en una disminución de la oferta aérea de cabotaje en Argentina, afectando la productividad y, en consecuencia, a los usuarios locales y extranjeros por una oferta más restrictiva y una menor conectividad", expresó la Achet a través de su declaración.

Finalmente, el organismo "espera que las partes involucradas en el conflicto y el gobierno argentino alcancen un acuerdo que permita resolver adecuadamente sus diferencias, con apego a la legalidad vigente, en directo beneficio de la población argentina y de todos aquellos que requieren transporte aéreo".

Coincidentemente, en el discurso dado por el presidente de la Achet, Guillermo Correa, se destacó la necesidad de promover el arribo de nuevas líneas aéreas al país, lo que fue interpretado por algunos como una señal de aprobación al ingreso de Aerolíneas Argentinas a los vuelos de cabotaje en Chile, como le fue sugerido por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, al CEO de LAN, Enrique Cueto, durante su reunión de la semana pasada.

Cielos abiertos

El gobierno de Piñera, por intermedio de su canciller Alfredo Moreno, ya abrió las puertas a Aerolíneas Argentinas, dirigida por Mariano Recalde, en función de la política de "cielos abiertos", establecida en Chile desde comienzos de 2012 por la actual administración.

Tal "bienvenida" fue ratificada el fin de semana por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien aprovechó para enviar un nuevo mensaje a las autoridades argentinas, tal como hizo durante el foro de ministros de finanzas de la Alianza del Pacífico.

En rigor, éste fue un pedido que había hecho la presidenta Cristina Kirchner poco después de que el Orsna intimó a la empresa LAN a abandonar el hangar de Aeroparque.

Pero también existen voces disidentes respecto de la posibilidad de que Aerolíneas Argentinas ingrese en el mercado chileno, como la del empresario Jürgen Paulmann, hermano de Horst, el dueño de Jumbo, y controlador de Sky Airline, quien se ha opuesto desde sus inicios a la citada política, argumentando que ello acabaría irremediablemente con las aerolíneas más pequeñas.

En la industria tampoco existe mucha confianza en un potencial regreso de Aerolíneas Argentinas, dado el fracaso de su incursión anterior bajo el alero de la española Marsans, cuando operó en Chile entre 2004 y 2009 bajo el nombre Aerolíneas del Sur y cuyo único recuerdo parece ser la marcada antigüedad de su flota de aviones Boeing 737/200.