Macri: "Hay que volver a estar cerca de la gente"
Una inyección de optimismo para funcionarios alicaídos pensando en el futuro. Una catarsis colectiva que repasó errores y subrayó aciertos de gestión, más allá de los golpes políticos recibidos en los últimos meses. Así calificaron algunos de los asistentes a la prolongada reunión de funcionarios convocada ayer por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, en el club sirio libanés de Villa Urquiza, en el que se repasaron los dos primeros años de gestión del gobierno Pro en la ciudad.
En la reunión, de la que por la mañana participaron sólo los ministros del gobierno porteño, y a la que se le sumaron, por la tarde, secretarios y subsecretarios, Macri prometió recorrer en las próximas semanas cada barrio porteño. "Para volver a estar del lado del vecino, como lo hicimos cuando ganamos las elecciones", según argumentó a LA NACION uno de los hombres de confianza del jefe de gobierno.
Sin referencias directas al escándalo de las escuchas ilegales ni a la polémica suscitada por la designación del ex diplomático Abel Posse como ministro de Educación de la ciudad, Macri trazó un panorama optimista. "Se vienen los mejores dos años de la gestión", afirmó, según lo oyeron sus ministros.
Hubo algo de alivio cuando el secretario de gobierno, Marcos Peña, trajo algunas encuestas en las que el jefe de gobierno sostenía una imagen positiva superior al 40 por ciento, algo menor a los guarismos que solía tener como presidenciable.
"La gente está enojada con los Kirchner y eso se traslada a todos los políticos. Todos bajaron en su imagen positiva, incluso (Julio) Cobos", afirmó a LA NACION el presidente de Pro, José Torello. De todos modos, el titular del partido a nivel nacional sigue esperanzado con la candidatura de su líder político. "Va a ser un enorme candidato a presidente, aunque ahora esté abocado a la ciudad", agregó Torello.
Sin demasiadas alusiones al gobierno nacional, y en un modo de trabajo conjunto que es su marca registrada, Macri compartió mesas de tareas con ministros y secretarios. Se comprometieron a redoblar esfuerzos para mejorar sus gestiones, más allá de las críticas que -adivinan- continuarán en los meses que se vienen.