Madero Center: de "La Rosadita" a la residencia de Cristóbal López

Los ascensores del Madero Center eran una sobredosis de poder para los dirigentes kirchneristas que los frecuentaban en sus años dorados. Si apretaban el cuarto piso llegaban hasta una oficina de la entonces presidenta Cristina Kirchner. Si subían dos pisos más se podían cruzar con el empresario Cristóbal López, que todavía reside allí, en un amplio departamento frente al dique. Otros tocaban directamente el 7° C, donde funciona la financiera SGI, más conocida como La Rosadita. También en el piso 7 -pero en otra ala- vivió Amado Boudou, en un lujoso departamento cotizado en 500.000 dólares, cuyo alquier pagaba una empresa.

Madero Center es el espacio privado que mejor ilustra la relación entre política y negocios orquestada por el kirchnerismo. En sus residencias, oficinas y hasta en sus pasillos se gestaron buena parte de los escándalos que ahora complican en la Justicia a ex funcionarios y empresarios. También se convirtió en el escenario de allanamientos judiciales, como el que ordenó ayer la Justicia para conseguir información sobre los alquileres que Los Sauces SA -vinculada a Cristina Kirchner- cobraba de empresas de Cristóbal López y Lázaro Báez.

El humo de los habanos que fumaba Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez, se percibía desde el pasillo, confiaron a LA NACION fuentes que lo visitaron en La Rosadita, la financiera en la que a Martín Báez se lo vio contando billetes ante las cámaras de seguridad.

Pérez Gadín, ahora preso en el penal de Ezeiza, había equipado su oficina con divanes. Su oficina, que se extendía por toda una esquina del departamento, tenía una vista privilegiada con un amplio ventanal hacia la piscina descubierta. El resto de los ambientes de la financiera SGI eran pequeñas oficinas tabicadas con durlock. No había personal de seguridad, sólo cámaras. "Eran muy cuidadosos con las personas que entraban y salían. Si tenías que esperar te hacían entrar así no mirabas quién entraba", relató una fuente que frecuentaba la financiera.

Cristóbal López eligió Madero Center como su residencia. Vive en el 6° piso junto a su mujer, la modelo Ingrid Grudke, en un departamento de más de 500 metros cuadrados. El empresario desembarcó en el edificio cuando apenas se había inaugurado. Pero demoró más de un año en mudarse porque decidió hacerle refacciones. Ahora disfruta de un balcón terraza sobre el dique, con los yates de fondo.

Boudou se ubicó un piso más arriba. El entonces vicepresidente también ocupó uno de las residencias más lujosas, cuyo alquiler pagaba Searen SA, una sociedad vinculada al complejo entramado del caso Ciccone. Cuando la Justicia comenzó a acecharlo, el funcionario se mudó a otro departamento más sencillo, pero siempre dentro de Madero Center. Ahora recibe a sus amigos de Mar del Plata, pero ya casi no lo visitan políticos.

Madero Center tiene una ubicación estratégica, a diez cuadras de la Casa Rosada y cerca de la city porteña, donde operan varios de los sótanos de la política.

El complejo estuvo atado al kirchnerismo desde su génesis. El banquero Jorge Brito financió el proyecto, que costó 150 millones de dólares y se construyó durante la presidencia de Néstor Kirchner. Fue Brito el que le vendió dos departamentos y ocho cocheras a Cristina Kirchner por dos millones de dólares.

Algunos vecinos del edificio

Financiera SGI

Más conocida como La Rosadita, en el 7°C funciona la financiera clave para investigar "la ruta del dinero K", donde se vio a Martín Báez, el hijo del empresario, contando billetes

Cristóbal López

El empresario remodeló durante un año su amplio departamento con vista al dique, donde vive junto a la modelo Ingrid Grudke

Jorge Brito

El Banco Macro financió el proyecto, que costó 15 millones de dólares y se construyó durante el gobierno de Néstor Kirchner