Verónica Magario prepara su desembarco en el Senado provincial con el desafío de ser minoría

LA PLATA.– La vicegobernadora bonaerense electa, Verónica Magario, comenzará a mover sus piezas en el Senado provincial: la actual intendenta de La Matanza debe estar un paso adelante cuando asuman los nuevos legisladores, el 5 de diciembre, ya que la Cámara alta se convertirá en el escenario de las más grandes batallas políticas de la provincia en los próximos dos años.

Sucede que el Frente de Todos estará en minoría en el Senado provincial, donde deberá definirse la suerte de pliegos cruciales para el nuevo gobierno: las designaciones de jueces y ministros de la Corte, del director General de Cultura y Educación [el ministro de Educación bonaerense], del Defensor del Pueblo y de representantes en los organismos de control y en el directorio del Banco Provincia.

Magario se enfrentará a un bloque de Juntos por el Cambio que tendrá la mayoría de los votos: 26 senadores propios, contra 20 del Frente de Todos. Al menos mientras el futuro bloque opositor siga unido.

La gobernadora saliente, María Eugenia Vidal, observa con atención ese bloque de 26 senadores desde donde espera volver a crecer para los comicios legislativos de 2021: la unidad es el mayor desafío, reconoció.

Magario ya se ocupó de enviar un mensaje fuerte a Vidal, la semana que pasó. Fue luego de que la gobernadora visitara cooperativas en La Matanza. La intendenta de ese distrito lamentó que no se la hubiera invitado, como parte de la transición. "En un momento delicado como este hubiera sido importante que nos vieran juntas", dijo.

De todos modos, marcó su territorio con ironía: anunció que recibirá a Vidal en su despacho una vez que la gobernadora deje el cargo. "Siempre tendré las puertas abiertas para ella cuando deje de ser gobernadora, por respeto a los ciudadanos que nos han votado", dijo Magario, que varias veces en los últimos cuatro años reclamó una audiencia con Vidal.

Lo que no dijo Magario es que, una vez en la presidencia del Senado provincial, necesitará negociar más que reconciliarse con la jefa de Estado, que fue su máxima enemiga estos últimos cuatro años.

En lo inmediato, Magario debe ocuparse de tejer alianzas en el Senado para asegurarse una buena representación en las dos comisiones más sensibles: la de Asuntos Constitucionales y Acuerdos y la de Presupuesto e Impuestos.

Para esta tarea necesita del auxilio de la presidenta del bloque del Frente de Todos, Teresa García, operadora de total confianza del gobernador electo, Axel Kicillof.

García conoce las urgencias de los trámites parlamentarios y le recomendó a Magario no solo pedir las presidencias de las comisiones más sensibles, en función del acuerdo no escrito que indica que ambas le corresponden a quien gobierna en el Poder Ejecutivo. Buscar además mayoría numérica allí donde necesitará conseguir que se aprueben los dictámenes y expedientes más urgentes.

Las definiciones más urgentes

Esta semana, los senadores entrantes del Frente de Todos comenzarán definir sus preferencias en las comisiones. Pero, finalmente, el reparto dependerá de lo que pueda negociar García o Magario con Roberto Costa, el presidente del bloque de Juntos por el Cambio.

El Poder Ejecutivo entrante necesitará antes de marzo no solo votar el Presupuesto 2020 y la nueva Ley Impositiva. Se descuenta que enviará una nueva Ley de Ministerios una vez que esté diseñado el nuevo gabinete. Y el pliego del nuevo director general de Cultura y Educación.

En abril, además, deberá resolver si prorroga o deja caer las tres leyes de emergencia con las que gobernó Vidal: seguridad, infraestructura y administrativa.

Magario prometió que se mudará desde La Matanza a La Plata, para estar cerca de los asuntos del Senado. La semana que viene comenzará a construir las bases de su gobierno, con una reunión junto a los senadores electos del Frente de Todos.