Martín Guzmán: “El Banco Central ha dado un mensaje muy claro para que los títulos públicos en pesos sean un instrumento seguro”

El ministro de Economía, Martín Guzmán, buscó imprimir previsibilidad esta mañana y aseguró que harán “todo lo que haya que hacer” para asegurar que los títulos públicos en pesos son un instrumento seguro. También planteó que buscarán fortalecer ese mercado con un “accionar claro”.

“El Banco Central dio un mensaje muy claro al respecto, ha dicho: ‘Haremos absolutamente todo lo que haya que hacer para asegurar que los títulos públicos en pesos son un instrumento seguro’”, indicó a Radio Con Vos el ministro.

Contó, además, que el directorio del Banco Central se encontraba reunido esta mañana para intentar fortalecer el mercado de deuda pública en pesos y se refirió a aquellas versiones que hablaban de la posibilidad de que se dé un evento disruptivo, un reperfilamiento o un nuevo canje de deuda. “Lo que pasó, ya está. Hacia delante, va a ser muy claro el accionar para que los instrumentos en pesos sean seguros. Que cuando tenés el instrumento y necesitás la liquidez, puedas venderlo sin tener que marcar pérdidas”, aseveró.

Y, siempre en la misma línea, indicó: “Se va a trabajar en forma absolutamente decidida: convertir a los títulos del Tesoro en el activo seguro de la economía. Vamos a asegurar que el Tesoro sea seguro y tenga una tasa de interés por encima de la que pagan las Leliq”.

Hizo énfasis, también, en que esta cuestión no solo le importa al Gobierno, sino al Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su carta lo señaló como uno de los “pilares” del programa de 30 meses. “Si no hubiese buen mercado de deuda pública en pesos, se dependería del financiamiento monetario y esto dañaría la capacidad de acumular reservas y a la Argentina, de acceder al crédito internacional; sería imposible refinanciar hasta con el FMI”, sostuvo el ministro, quien también enfatizó en que la deuda pública cayó casi 30 puntos en relación con el producto. “La deuda en pesos es un pilar, un ancla del funcionamiento de todo el sistema, lo que tiene que ser el activo seguro”, insistió.

Incluso, adelantó que si hay un cambio de signo en el gobierno en 2023 esta política de fortalecimiento del mercado de crédito en pesos se mantendrá vigente. “No va a haber alternativa si queremos ser una república seria”, planteó, y agregó: “No le va a convenir a nadie generar lío con este asunto”.

Convencido de que es necesario fortalecer la consistencia macroeconómica, Guzmán dijo que la Argentina deberá tener un perfil de acumulación de reservas “vibrante” y un orden en la política fiscal y monetaria.

Respuesta a Cristina Kirchner

En cuanto al primer punto, señaló que en el país hay control de capitales por “un cúmulo de hechos” previos a la llegada de Alberto Fernández al poder. En la antesala del anuncio sobre nuevas medidas para controlar las importaciones, Guzmán destacó el fuerte impacto de las vinculadas a la energía. Dijo, sobre eso, que tuvieron un aumento “significativo” en la parte inicial del año -205% de crecimiento en el acumulado de los primeros cinco meses-, justo después de que la vicepresidenta Cristina Kirchner reclamara que hay un “festival de importaciones”.

No obstante, descartó que las nuevas pautas se adopten por presiones internas y sostuvo que esas decisiones “se toman porque se tienen que tomar” y porque es “lo que en ciertas circunstancias necesita la economía real”.

Le respondió a la vicepresidenta sin nombrarla cuando abordó el segundo punto, luego de que ella planteara en Avellaneda, el lunes pasado, que la inflación no está estrechamente vinculada al déficit fiscal. Al respecto, el ministro de Economía dijo que en momentos de recesión es importante que el Estado “salga a auxiliar para darle un impulso a la economía” y recordó que eso hicieron desde el Gobierno durante la pandemia.

Sin embargo, consignó que la Argentina necesita “construir crédito y fortalecer su moneda”, en un momento donde no hay confianza en el peso y en el que se acumula “mucho tiempo” con niveles de inflación de dos dígitos. “El Estado tiene que ir ordenando, por eso es tan importante que el déficit fiscal se reduzca. No podemos comparar las capacidades de financiamiento del déficit de la Argentina y Estados Unidos”, lanzó Guzmán en un claro dardo a Cristina Kirchner, quien había trazado ese paralelismo. “¿Pero Cristina, cómo puede ser si Estados Unidos es el país con más déficit primario, final y comercial? Ah bueno, pero tiene la maquinita que imprime los dólares. Y para ayudarlo tiene unos cuantos portaviones”, ironizó la exmandataria en su última aparición pública.

Con la inflación como el principal problema de su gestión, Guzmán sostuvo que este indicador se potencia por la falta de dólares, por el impacto de la deuda “insostenible” que dejó la administración anterior y por la falta de crédito. “Para resolver ese problema, necesitamos producir más”, dijo. Además de la consistencia macroeconómica, planteó como otro factor clave atacar el componente de inercia. Sobre eso, acotó: “Las expectativas son un componente clave en la determinación de precios. Atacar la inercia es una tarea colectiva, no es solo del Gobierno”.

Incluso, en cuanto a esto último, planteó que, cuando se hacen públicas, las diferencias dentro de la coalición gobernante no permiten que las expectativas se anclen. “Eso sí que es un problema”, aceptó.

Ante estas críticas de los sectores kirchneristas que no respaldan su gestión y lo acusan de que el crecimiento económico no impacta en los sectores bajos y medios, Guzmán admitió también que hay un problema en la distribución, en este contexto de guerra “desigualador”, pero remarcó el proyecto para gravar la renta extraordinaria que emanó de su cartera.

Reconoció, por otra parte, que hay situaciones en las que se debería “agilizar la gestión”, pero respaldó a Fernández al decir que “conduce con autoridad”. El ministro, que tiene un amplio aval del mandatario, quien lo mantuvo en el cargo pese a las insistencias del kirchnerismo para que rote al titular del Palacio de Hacienda, remarcó: “Se hace lo que el Presidente viene diciendo, eso es lo que ocurre”.

Esquivo a hablar de su vínculo con Cristina Kirchner, se mostró convencido con el rumbo que determina en su gestión frente a Economía y confirmó que “por supuesto” actúa bajo la autoridad del Presidente.

Entre frases sin completar y con una interna marcada en la Casa Rosada que no cesa, aseveró que “no le pasa por la cabeza” renunciar. “Estoy todo el día enfocado en usar el tiempo para mejorar la vida de los argentinos, con grandes esperanzas hacia el futuro y algunas complicaciones”, resumió.

Por último, se refirió a la intempestiva salida de Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo, luego de un off que filtraron desde esa cartera, donde se deslizaba una supuesta irregularidad en la licitación del gasoducto Néstor Kirchner, algo que luego el exministro negó en la Justicia.

Guzmán dijo que Kulfas fue un funcionario que “le aportó mucho” a la Argentina. “Pasó cierta cuestión y hubo una decisión del Presiente, estamos todos a disposición”, se limitó a decir sobre su anterior compañero de Gabinete, quien fue otro artífice de la política económica de este Gobierno y que, como él, tampoco convencía al kirchnerismo.

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