“Nos investigaron como si fuéramos terroristas”, manifestaron los tuiteros que apoyan a Campagnoli

Los tuiteros que hicieron una abierta defensa de José María Campagnoli y que recibieron un mail de Twitter en el que la Homeland Security solicitaba sus datos personales y sensibles, manifestaron hoy que fueron perseguidos "como terroristas" y consideraron que el Gobierno o la Policía Federal tuvo alguna intervención para que se los investigue desde los Estados Unidos.

Ignacio Rodríguez Varela era el secretario letrado de Campagnoli. Trabajó en la fiscalía de Saavedra durante 21 años y fue uno de los que recibió el mail de las oficinas de Twitter con el pedido de información personal de la Homeland Security (un organismo que realiza tareas de inteligencia dependiente del ministerio del Interior de los Estados Unidos). "Cuando lo vimos no lo podíamos creer, parecía que habíamos incurrido en un delito federal transnacional", manifestó en diálogo con LA NACION. "Pensábamos que se trataba de la aplicación de la ley antiterrorista", agregó.

Su compañero de trabajo, Andrés Rimoldi es otro de los empleados de Campagnoli que recibió la notificación de la Homeland Security. Él, Rodríguez Varela y otros seis colegas fueron notificados el viernes sobre su traslado de la fiscalía de Campagnoli , mientras sigue la incertidumbre por el jury contra el fiscal que investigó a Lázaro Báez.

"Pedian el IP y nuestro historial"

Sobre el pedido de información personal, en diálogo con LA NACION Rimoldi describió: "Hace dos semanas me llegó un correo de la oficina legal de Twitter que explicaba que la Homeland Security solicitaba mis datos personales. No podían negarse a brindarlos, pero a su vez tenían la política de notificar al usuario".

El mail de la oficina legal de la red de microblogging llevaba un adjunto membretado por Homeland Security y por la Embajada de los Estados Unidos. "Nos pedían no sólo nuestros datos personales sino información sensible, como la dirección de IP de nuestras computadoras y el historial de mi cuenta de Twitter", detalló.

"Lo viví con estupor cuando averigüé la envergadura de la Homeland Security. Se trata de un organismo que en los Estados Unidos tiene facultades de detención, de inteligencia y de investigación, se hizo un trámite expedito como si se tratara de un caso de terrorismo", agregó.

El mail de Twitter le llegó a once personas que hicieron manifiesto su apoyo a Campagnoli. Los tuiteros son @SergioFDoormann, @richito18, @eleduMOP, @ProcuLegitima, @Vigoroth92, @CarlBonifatti74%, @mariaFerrante, @anamagarupstre, @scarlet1864, @anabelochio y @andres.

Ante el pedido de información de LA NACION, Nu Wexler, del departamento de prensa de Twitter Estados Unidos, respondió vía mail: "No hacemos comentarios sobre cuentas individuales, por razones de seguridad y privacidad".

El rol del Gobierno

La información sobre el pedido de datos de los tuiteros fue publicada ayer por el diario Clarín, que aseguró que el pedido de la Homeland Security obedeció a un pedido de cooperación judicial cursado por la Cancillería. Horas más tarde, el ministerio conducido por Héctor Timerman desmintió haber solicitado la información al ministerio al gobierno de Estados Unidos.

Los empleados judiciales no tienen certezas de cómo fue el recorrido formal que terminó en el pedido de datos sensibles, pero creen que el Gobierno tuvo alguna intervención. El primer capítulo de la historia se remonta a enero, cuando la fiscal Cristina Caamaño, que reemplaza a Campagnoli en la fiscalía de Saavedra, hizo denuncia contravencional por hostigamiento contra algunos de los tuiteros que apoyan al fiscal, en un contexto de entredichos con los empleados judiciales.

"Luego aparece este pedido de la Homeland Security. En el medio no sabemos qué ocurrió, sólo tenemos certeza de que por la causa contravencional había intervenido la Policía Federal", manifestó Rodríguez Varela. "No sé cómo ocurrió, pero es extraño que no haya intervenido la Cancillería o la Policía Federal, fue un proceso sumarísimo", consideró el secretario letrado.

Rimoldi coincidió: "Es inevitable que haya intervenido la Cancillería, se le dio un trámite expedito".

Caamaño manifestó ayer: "Desde que hice la denuncia por amenazas no volví a tener novedad ni solicité que se tomaran medidas de ninguna índole. En ningún momento pedí que se identifique ni sancione a nadie por dar a conocer sus opiniones públicamente".

Los integrantes del equipo de Campagnoli viven momentos difíciles. El viernes pasado, ocho de ellos fueron notificados sobre su desplazamiento del equipo del fiscal, tanto de las oficinas de Saavedra como de la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), y fueron derivados a otras dependencias. "Desguazaron al equipo de trabajo", se lamentaron.