Nuevas sociedades sospechosas aparecen detrás de The Old Fund
También surgieron más vínculos de Brito y Moneta como financistas de la ex Ciccone
La compleja trama societaria detrás de la nueva Ciccone sumó nuevos eslabones y empresas durante las semanas que precedieron la orden de intervención y expropiación que firmó la presidenta Cristina Kirchner , según confirmaron fuentes al tanto de la operatoria a LA NACION.
La trama sumó así más rastros de los banqueros Jorge Brito y Raúl Moneta, quienes aparecen como dos de los aportantes de los misteriosos $ 50 millones con los que The Old Fund solventó las operaciones de la ex Ciccone durante casi dos años.
La operatoria incluyó, además, un documento clave que el aparente "accionista controlante" de The Old Fund, Guillermo Reinwick, firmó con el supuesto testaferro del vicepresidente Amado Boudou , Alejandro Vandenbroele, el 13 de junio último, según confirmaron dos miembros de la familia Ciccone a LA NACION.
Ese documento establece que Vandenbroele actuó por cuenta y orden de Reinwick desde 2010 para intentar el salvataje de la ex Ciccone, lo que le serviría a su vez de "protección" ante la investigación de la Justicia.
Reinwick "resistió" la firma de ese documento, según el relato de la familia Ciccone, pero terminó cediendo a la presión. Y así asumió también la responsabilidad por las dos sociedades que aparecen detrás de The Old Fund: el fondo holandés Tierras International Investments CV y la uruguaya Dusbel SA, con acciones al portador.
Disuelta desde febrero último en el Registro Público de Comercio de Amsterdam, sin embargo, el fondo holandés fue reemplazado a su vez por otra sociedad "de responsabilidad limitada" de origen norteamericano, conocida como "LLC".
A esta nueva sociedad se sumaron otras firmas como supuestas financistas de los $ 50 millones. Entre otras, la Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada, cuya actividad principal es financiar empresas en problemas.
Con deudas registradas en los bancos Macro, Mariva, Finansur e Industrial por cerca de $ 10 millones, la cooperativa muestra dos rasgos singulares. El primero, que figura en el listado de empresas y personas que compraron y sacaron dólares del país que ventiló el saliente presidente del Banco Central (BCRA) Martín Redrado, por unos $ 6 millones. El segundo, que suele descontar cheques de sus clientes a través del Banco Macro, de Jorge Brito, según relataron a LA NACION dos personas al tanto de su operatoria comercial. (LA NACION contactó a la cooperativa, se presentó en sus oficinas y dejó los datos a una secretaria, pero no respondieron la consulta).
El Macro acumula vínculos con el "caso Ciccone". Entre otros, allí operan las cuentas de The Old Fund y de su ex socio minorista Sergio Martínez, el prófugo de la justicia de Estados Unidos que pagó dos camionetas Kia para la precandidatura porteña de Boudou con cheques de ese banco.
Y Brito acumula vínculos con Boudou, al que le festejó en su casa su candidatura a vicepresidente la noche misma que se anunció (LA NACION procuró consultar a Brito durante las últimas tres semanas, pero no respondió los pedidos de entrevista).
Fronting
Moneta también habría aportado cerca de $ 22 millones, como prestamista, por medio de varias empresas. La primera es Maxifarm SA, tal como reveló este diario el 16 de julio; la segunda, Federalia SA, con otros $ 7 millones, que habría aportado en efectivo y con multas por abonar el sellado del contrato fuera del término de 45 días.
A través de un colaborador, sin embargo, Moneta reiteró su posición ante la consulta de LA NACION. Dijo que estaba interesado en el "posible negocio de la ex Ciccone", para lo cual había convocado a "un socio internacional", cuyo nombre calló. Pero insistió en que en ningún momento concretó su interés en dinero.
La irrupción de Moneta con Federalia y Maxifarm replica, sin embargo, la operatoria que montó años atrás junto con el Macro de Brito para recomprar en remate el edificio República por US$ 56 millones para revendérselo en el mismo acto a IRSA por US$ 74 millones.
Allí no concluyó el supuesto rol de Moneta como prestamista de la ex Ciccone. Por el contrario, habría recurrido a otras dos sociedades (Mayer SA y la norteamericana Southern Securities) para entregarle fondos a Vandenbroele para la uruguaya Dusbel.
De ese modo, Moneta cumplió con el pedido de Brito para que hiciera el fronting de la operación, es decir, que pusiera su rostro para los $ 50 millones bajo sospecha.